Angélica Villa
No basta para mitigar el dolor de los migrantes, expresar condolencias a los deudos de las familias de migrantes que perdieron la vida en el trágico accidente, ocurrido el jueves 9 de diciembre en la carretera panamericana, en el tramo entre Chiapa de Corzo a Tuxtla Gutiérrez, dónde murieron 55 personas y un centenar quedaron heridos, cuando el tráiler que clandestinamente los trasladaba de Comitán a Puebla se volcó e impacto contra un puente peatonal. Tampoco es suficiente el compromiso de las autoridades de investigar hasta sus últimas consecuencias para castigar a los responsables y aplicarles todo el peso de la ley.
Las imágenes transmitidas por los medios de comunicación en el lugar de los hechos, revelan una escena dantesca; cadáveres esparcidos sobre el asfalto, cuerpos prensados entre los fierros, gente gritando del dolor y pidiendo ayuda, personas llorando y deplorando la muerte de sus familiares con quienes viajaban.
Los migrantes huyen de su país de origen porque las condiciones en que viven son de extrema pobreza y no encuentran condiciones favorables para el sostenimiento de sus familias; no tienen trabajo, no tienen que comer, ni vivienda; viven en la más inhumana miseria; huyen de Guatemala para llegar a “Guatepeor”. Salen de su país en busca de trabajo y de nuevos horizontes y encuentran malos tratos, explotación, extorsión, represión y muerte, entre otros muchos agravios y humillaciones.
El gobierno Estados Unidos, desde Trump y ahora Joe Biden, en contubernio con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador instrumentaron el programa de “Quédate en México”; este convenio migratorio crea las falsas expectativas de una posible estancia legal primero en México y luego en E.E.U.U.; solicitando asilo desde México, el período de trámite debe durar cuando más 6 meses y el gobierno mexicano debe asegurar que los migrantes estén ubicados en albergues y asegurarles transporte desde la frontera sur a la norte de nuestro país.
¿Eso ha hecho el gobierno mexicano? No, una cosa es el discurso y otra lo que hacen. Existen múltiples testimonios de como los agentes de migración, la Guardia Nacional y los cuerpos de seguridad, maltratan, golpean y violan los derechos humanos de los migrantes.
En el caso que hoy nos ocupa, los migrantes pasaron por tres retenes: Comitán, San Cristóbal de las Casas y Chiapa de Corzo, durante su travesía y ninguna autoridad intervino para retener a los migrantes y mucho menos para proporcionarles transporte adecuado que asegurara el traslado de los migrantes sin incidentes. Así que, cuando nos preguntamos ¿Quiénes son los responsables del lamentable accidente en Chiapas? La respuesta es obvia, la irresponsable política migratoria del gobierno de AMLO.
Los migrantes centroamericanos deben saber que una de las principales causas de su pobreza es el saqueo desmedido que han hecho desde hace siglos los colonialistas y ahora las grandes industrias trasnacionales, principalmente las norteamericanas, que en confabulación con gobernantes rapaces de sus países mantienen en la pobreza extrema a los trabajadores; por lo que, la solución a su problema no está en buscar ayuda con los saqueadores estadounidenses, culpables de la pobreza de América Latina, sino en cambiar a los gobernantes entreguistas de su país por verdaderos representantes de las clases trabajadoras que rescatando la riqueza la distribuya para resolver las necesidades del pueblo. ¡El destino de los pobres, está en sus propias manos!