Angélica Villa Enciso
¿Cómo le hizo? Resulta que el ex inquisidor de hierro de la impoluta Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Santiago Nieto, hoy desempleado como consecuencia de su pomposa boda que quedo fuera de los incorruptibles principios de la “austeridad republicana”, es investigado por la propia UIF ahora dirigida por Pablo Gómez, por la adquisición de propiedades cuyo monto asciende a más de 40 millones de pesos y que no podría adquirir considerando que su modesto salario mensual como funcionario es de 107 mil pesos ni aunque sumara sus ingresos por otras chambitas, como el magisterio, asesoría legal y regalías por publicación de sus libros.
En tan sólo tres años, durante los que ocupo el cargo en la UIF, Santiago Niego compró una casa en la delegación Álvaro Obregón por 24 millones de pesos (28.5 aclara el vendedor), un departamento en Santa Fe por 8.2 y una Casa en Querétaro por 1.6 millones, además de un carro Audi de reciente modelo y está pagando las rentas de otra casa que compró en 6 millones de pesos en 2009, de acuerdo con información publicada en Reforma y El Universal.
Antes, de ser funcionario de la UIF escribió en su libro “Sin filias ni fobias” que él vivía de su sueldo como trabajador de la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEPADE).
En una investigación del diario Reforma el funcionario explicó que distintas empresas financieras, sin aclarar cuales, le otorgaron créditos, sólo que una simulación aproximada de créditos hipotecarios implicaría pagos mensuales por 313 mil pesos, el triple de su salario y ahora está desempleado. Le habrá hecho como el mago: “nada por aquí, nada por allá y de repente… salta la liebre… de la corrupción”.
