Marianela Córdova
El mundo entero se estremeció luego de que la OMS lanzara un anuncio sobre una nueva variante en Sudáfrica, la cual, según los noticias, es preocupante por su alto contagio. Ante este informe, algunos países tomaron decisiones definitivas como prohibir vuelos de ciertos destinos, ejecutar cambios en los ingresos de viajeros y buscar alternativas para evitar la propagación del virus, en fin, película que antes ya hemos visto.
Esta variante nueva de la Covid-19 fue llamada por la OMS “Ómicron”, retirando nombres asociados a países para no estigmatizar o discriminar de forma negativa. Pese a que al inicio fue identificada como ‘Nu’, la organización decidió modificarla por la confusión que puede generar en Reino Unido con la palabra New.
Cuando realicé mi búsqueda en Google sobre la palabra Ómicron, surgieron titulares como: “Reino Unido, Alemania e Italia con casos de la variante”, “Ómicron se extiende en Europa: detectan casos en Bélgica”. Pero hubo uno que despertó peculiarmente mi atención sobre una película italiana originalmente llamada “Ómicron” de 1964. Este proyecto muestra una mezcla de sátira social y crítica al capitalismo, fue nominado en la edición 24 del Festival Internacional de Cine de Venecia y contó con la participación de Gaetano Quartarato, Mara Carisi y Renato Salvatori. El cartel de la cinta ha sido compartido por diversos usuarios, quienes se sorprenden por la coincidencia en los nombres de ambos temas.
Ante la constante indagación sobre el tema, descubrí que no sólo es el nombre de la nueva variante o la decimoquinta letra del alfabeto griego, salió a la luz el título de esta vieja película, la cual fue producida y creada en Italia. “Ómicron” es una historia de comedia y ciencia ficción, parodia de una sociedad capitalista, dirigida por Ugo Gregoretti, que se centra en la historia de un ser extraño espacial que ocupa el cuerpo de un terrícola para conocer al planeta tierra y una vez conocida las debilidades de sus habitantes, su raza logre dominar por completo al mundo y que está totalmente alejada del coronavirus que azota al mundo entero.
Sinopsis: En las cercanías del Po es encontrado el cuerpo del obrero Trabucco, que todos piensan muerto, pero en realidad, el cuerpo ha sido ocupado por un extraterrestre proveniente del planeta Ultra (Ómicron), cuyos habitantes planean apoderarse de la tierra. A punto de ser sometido a una autopsia le observan un pinchazo en el cuello y para sorpresa de todos revive, Trabucco-Ómicron logra poner en funcionamiento el cuerpo que lo contiene. Poco a poco, por imitación, Omicrón simula el funcionamiento de un humano, dotado de extraordinarias nuevas capacidades mecánicas, Trabucco es reintegrado en la fábrica en la que trabajaba, él por error descubre ocasionalmente el lugar donde se reúnen obreros subversivos a quienes denuncia inadvertidamente. Cuando comienza a recobrar su conciencia, Ómicron quiere regresar a su planeta.
De manera personal me llamaron la atención algunas escenas que quiero compartir con ustedes. En la película, el nuevo ser que a través de doctores que lo tratan adopta los movimientos, emociones, el carácter del ser humano y aprende a vivir como él, lo imita, se vuelve un humano como cualquier otro, en un principio los médicos dicen que le pueden devolver todo, excepto la palabra y la inteligencia.
La palabra, que es lenguaje universal de toda la humanidad, la habilidad de expresar el pensamiento por medio del lenguaje articulado y la inteligencia, la capacidad de percibir o inferir información, y retenerla como conocimiento para aplicarlo a comportamientos adaptativos dentro de un entorno o contexto, a eso debemos aspirar todos, a pensar, a razonar para decidir, no como una imitación o mecánicamente como lo vemos en el filme.
Sin embargo, se dan cuenta que Ómicron por medio de la emulación a las personas que lo rodean puede hacer lo que realiza cualquiera de ellas y hasta un extra, con resultados que exceden cualquier posibilidad humana y de ello se aprovechan los dueños de la fábrica. “Este hombre tiene completamente inhibidas la inteligencia y la voluntad, y al mismo tiempo ha desarrollado de forma impresionante… por encima de la media humana la capacidad mecánica. Y lo que creo más importante es su disposición a la disciplina, han hecho de él un hombre inexistente, y un trabajador eficiente, un trabajador modelo”. Parte del diálogo entre los patrones y el presidente de la fábrica.
Otra de las escenas más graciosas pero a la vez más significativas para mí fue cuando Trabucco-Ómicron se roba libros para estudiar el comportamiento y la inteligencia humana, y pasa entre sus libros la divina comedia, primera parte (el infierno) a lo cual el protagonista expresa “¡escandaloso!” cuando lo lee.
La Divina comedia, escrita por el poeta florentino Dante Alighieri, es considerada la obra maestra de la literatura italiana y una de las cumbres de la literatura universal. Su fecha de composición es incierta, pero se estima que fue redactada entre 1306 y 1319. Este magno poema está compuesto por tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso; cada una integrada por 33 cantos de estrofas redactadas en terceto endecasílabo, más uno introductorio, con lo que suman un total de 100 cantos. Es evidente el uso del número tres en la obra, mismo que para Dante representaba al triángulo y con él la armonía del Universo. El círculo es otra figura importante del poema, el cual simboliza al tiempo; por ello, cada una de las partes está dividida en 9 círculos o secciones. La Comedia, como la llamó su propio autor, recibió el adjetivo de divina por Giovanni Bocaccio, primer biógrafo de Dante y uno de los principales comentaristas de su obra. Es la creación más importante de su autor y una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval al renacentista.
También las siguientes obras pasan entre sus manos: La Revolución Francesa, La Revolución Rusa, La Revolución Liberal, la Revolución Sexual, todos sucesos o procesos de transformaciones revolucionarias en todos los ámbitos cuyos cambios sublevaron a la sociedad para mejoras desde su época hasta la fecha, y describir cada uno me llevaría líneas que ya no tengo. Al final de la escena Trabucco dice: “Estos siempre haciendo la revolución” y es que sí, en realidad tiene razón.
Después de estudiar todos los libros el explorador Ómicron es llamado desde el espacio para dar su informe del planeta tierra y así sea más fácil apoderarse de ella, estas son sus conclusiones: “Una vez informado he dividido a las criaturas en dos grupos, categorías de primera (ricos) y de segunda (pobres), los de primera son mucho más escasos, los de segunda, más numerosos, pero su valor es bien diferente, un caballero de primera vale más que mil pobres de la segunda, las criaturas de primera tienen todo el poder y la riqueza de la tierra. Y si somos astutos y los incorporamos sólo a ellos ahorraremos tiempo y hombres y nos convertiremos en dueños del planeta. A lo que su jefe le expresa: ¿Entonces tenemos que eliminar a los de segunda? – ¡No! Los de segunda son indispensables ¿Por qué? Porque compran los productos de las criaturas de primera, son consumidores. Al mismo tiempo son los productores, sin ellos el planeta se iría a la ruina, para ello la industria tiene que conquistar los mercados con sus productos”.
-Disculpa, si estas criaturas no tienen riquezas, ¿quién les da el dinero para consumir? “Las criaturas de primera, pero no se lo dan, se lo prestan. Con sistema llamado de circuito cerrado. Mira primero los hacen trabajar en su fábrica, después les prestan dinero, luego los convencen de comprar sus productos de modo que devuelvan el dinero, pero no lo devuelven todo y por ello firman letras. Con el dinero que les queda alimentan la circulación monetaria, consumiendo otros productos. Estos otros consumos causan la redistribución de los ingresos, y cada nueva compra, nuevo pago, nueva ganancia para las criaturas de primera. Nueva producción, nueva redistribución, etc. En este original sistema, como puedes ver, todas las criaturas son necesarias, pero los mayores beneficios van para los de primera, que constituyen la clase dirigente, para nosotros será suficiente introducirse en ellos para apoderarse de toda la tierra.
Bueno ¿quieren saber qué sucede al final con el protagonista Trabucco-Ómicron? ¿Invaden el planeta los seres extraterrestres? O será que al final la conciencia del obrero impide la invasión, no lo sabemos, hay que ver la película, los invito a analizarla y compararla con nuestra realidad. Búsquenla, verán que no es ficción sino un escenario real, los arcontes que se apoderan de la gente, de su fuerza de trabajo y de su conciencia para gobernar al mundo. ¿Quiénes serán los primeros en liberarse de esta variante Ómicron?