Era un día crucial para el presidente argentino Alberto Fernández y su partido peronista gobernante el Frente de Todos. Los argentinos acudieron a las urnas en unas elecciones legislativas de mitad de mandato. Y fue una dura derrota en casi todos los 24 distritos, dando victorioso a Juntos por el Cambio, la coalición a la que pertenece Mauricio Macri, expresidente conservador de 2015 a 2019.
Según el escrutinio provisional de este domingo -el definitivo lo hará la justicia electoral en los próximos días- el Frente de Todos alcanzó a posicionarse como líder en solamente dos de las ocho provincias argentinas, que debían elegir los representantes para el Congreso. Una derrota que pone al peronismo en situación de perder la mayoría absoluta detenida desde hace casi cuatro décadas en el Senado. Casi la mitad de las sillas de la Cámara de Diputados (127 sobre 257) y el tercio (24 sobre 72) de las del Senado están para proveer.
«Una etapa nueva» para Argentina
Después el anuncio de los primeros resultados, el presidente Alberto Fernández declaró que «se abre una etapa nueva para nuestro país» anunciando que, en los próximos días, iniciará un dialogo con la oposición, «para acordar una agenda tan compartida como sea posible».
En la provincia bonaerense, que congrega el 37% del censo electoral argentino, Juntos consiguió más de 40% de los 86% de votos contabilizados, según los primeros resultados. Justo detrás, se encuentra el Frente de Todos, que recolectaría apenas 38% de los votos.
En otras de las provincias clave como Córdoba, Santa Fe, pero también en el bastión tradicional de los peronistas, Buenos Aires, donde el Juntos de Macri había hecho grandes avances en septiembre, el resultado sigue dando victorioso a la coalición opositora al Frente de Todos.
En la capital, la sorpresa fue la pequeña victoria del economista libertario Javier Milei, calificado como «outsider de la política» por su discurso en contra de lo que llama «la casta política», que queda en tercer lugar justo detrás de Frente de Todos.
Lo que sucederá en el Congreso
En septiembre, el Frente de Todos sufrió una derrota contundente en las primarias, obteniendo el 33% de los votos, frente al 37% de Juntos por el Cambio.
En estos comicios que se realizan de cara a la segunda mitad del mandato de Fernández, «si los resultados de las primarias de septiembre se repiten, será difícil para el Gobierno y la coalición peronista Frente de Todos maniobrar en el Congreso», había explicado desde Buenos Aires Natalio Cosoy, corresponsal para France 24.
«Frente de Todos podría perder el quórum propio en el Senado que preside la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y dejar de ser la primera minoría en la Cámara baja«, había aclarado.
El analista Gabriel Puricelli, de la Universidad de Buenos Aires, había señalado por su parte a la agencia de prensa AFP que si la coalición de Gobierno pierde la mayoría que tiene en el Senado, la oposición «probablemente utilizará» su poder de bloqueo legislativo.
El partido gobernante se vería entonces obligado a negociar y buscar concesiones para leyes o nombramientos clave.