Aquiles Montaño Brito
José Antonio López Ruiz, autonombrado hijo político del gobernador Miguel Barbosa, tomó protesta como diputado local el 15 de septiembre de este año, en la LXI Legislatura de Puebla. En una elección marcada por la violencia contra los equipos de promoción del voto de los candidatos contrarios, todos denunciados en tiempo y forma, el barbosista ‘logró’ el triunfo violentando la ley con sus calumnias, la entrega de programas de vivienda en tiempos electorales, comprando miles de votos el día de la elección y, de acuerdo con el dictamen del Instituto Nacional Electoral, rebasando con más del 5% el tope de gastos de campaña, por lo que, de acuerdo con el Artículo 133 Constitucional, la elección debe ser anulada.
Eso no es todo: si la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales hace su trabajo, el actual diputado Toño López habría cometido un delito electoral y la sanción es la prisión preventiva oficiosa durante el juicio. Pero vamos por partes.
Antonio López Ruiz, entonces candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia (PT, Morena, PVEM), compitió en las elecciones de este año contra la líder antorchista Soraya Córdova Morán, candidata de la alianza del PRI, PAN, PRD, por la diputación por el Distrito 20 de Puebla. Todas las violaciones a la ley acontecidas durante la campaña fueron denunciadas, con detalle y pruebas, en el momento. Y por eso solo daré algunos ejemplos.
El candidato de Morena fue funcionario de Miguel Barbosa Huerta, como subsecretario de Vivienda. Pidió permiso en abril para separarse de su cargo. En la campaña operó con una estructura de funcionarios del gobierno del estado, principalmente del DIF, SOAPAP y Bienestar, quienes regalaron despensas, aparatos ortopédicos, paquetes de material para vivienda, calentadores solares, tarjetas con dinero para vivienda, pipas de agua y programas de alimento a través de comités de carnes y verdura. Se trató, pues, de la compra más grande del voto de la historia de Puebla. Morena y Barbosa Huerta refinaron y llevaron a la cima la vieja maña de otros partidos políticos.
No hubo ningún candidato a diputado local con más cobertura en los medios de comunicación que él: todos los días tenía entrevistas en la radio y la televisión de mayor raiting y en las planas de la prensa impresa, con dinero que, obviamente, no se reporta en los gastos de campaña. No sólo eso, su equipo diseñó una gigantesca e intensa campaña negra a través de varios portales de noticias y del periódico poblano Exclusivas Puebla.
Un día antes de la elección, la tarde del sábado 5 de junio, la presidenta del Consejo Distrital No. 20 renunció a su cargo. Claramente, por presiones políticas dado el fraude electoral que se preparaba para el siguiente día. El día de las elecciones, hubo compra masiva de votos, orquestada por la Coalición “Juntos Haremos Historia” en el Distrito 20 de la capital. Durante todo el día, los ciudadanos grabaron videos y tomaron fotos a los operadores de la compra. Lo denunciamos ante la justicia y la prensa. “Cuando lo encaramos salió corriendo, acusan compra de votos a favor de Toño López”, publicó El Sol de Puebla en su página web. La nota explicaba: “Ciudadanos denunciaron que Toño López, candidato de Morena a diputado local por el distrito 20, violentó la ley electoral al presuntamente realizar compra de votos. Personal del equipo de campaña del candidato de Morena fue sorprendido tratando de coaccionar a los ciudadanos con presunta compra de votos. Lo anterior se detectó en la casilla 2576, en el bulevar Carmelitas, con la 147 Poniente”. El portal e-consulta.com publicó ese mismo día: “Toño López compra votos en el Distrito 20”. En la nota se narra: “En la fotografía, el tipo de playera negra es trabajador de Toño López y es integrante de su equipo de campaña. Estuvo pagando a la gente que salía de votar cuando ellos le mostraban fotografías de que votaron por Toño López. Cuando se dio cuenta de que le tomaron fotografías, salió corriendo del lugar. En la colonia San Bernabé Temoxtitla y en las colonias del Distrito 20 hubo varios grupos de morenistas que compraban votos”.
Después de la elección, y dado que durante el conteo en las casillas anularon de manera tramposa cerca de 3 mil 500 votos de la candidata del PRI, el equipo de campaña pidió un conteo extraordinario. El Consejo Distrital del 20 no “pudo” hacer un nuevo conteo de votos, a pesar de que se le solicitó en tiempo, forma y legalmente. El día del “conteo” cuando ya estaban reunidos los equipos de contadores de todos los partidos, el Consejo Distrital del 20 se negó a hacer el recuento y el Gobierno estatal envió a 350 policías estatales y con más de 50 camionetas para amedrentar a los escrutadores de la candidata del PRI. Los policías bajaban de sus camionetas empuñando sus armas largas y cortando cartucho para intimidarlos. El conteo, dados estos problemas, se hizo dos días después en las oficinas del Instituto Electoral del Estado. Debían contarse 220 paquetes que tenían problemas y el IEE solo permitió el conteo de 138. Nuevamente, el IEE se rodeó de policía estatal con 150 elementos para amedrentar al equipo de Soraya Córdova. Dado que no se contaron todos los paquetes necesarios, el conteo simplemente no sirvió. Tan es así, que, curiosamente, en el mismo momento en que el conteo se terminaba, ingresaba al IEE el candidato Toño López de Morena para que se le diera la constancia de mayoría. El conteo en el IEE, dirigido por el antiantorchista Miguel Ángel García Onofre, fue una burla.
En el conteo nos dimos cuenta de que más de 100 paquetes electorales habían sido abiertos y que no tenían el forro oficial, porque estaban “sellados” con cinta canela, lo cual es un delito. Los abrieron para meter miles votos, porque miles de papeletas no estaba dobladas como cuando se vota en una casilla y se debe meter a la urna, sino que estaban sin dobleces como recién impresas y, ¡claro!, marcadas a favor de Morena y el PT. Así se explica que, contando todos los votos, de acuerdo con los registros del IEE, para presidente municipal haya 61,645 sufragios, para diputada federal haya 63,418 sufragios y, por arte de “magia”, para diputados locales haya 74,821 sufragios. La elección más importante y con más publicidad (la de la Presidencia Municipal) tuvo 13,176 votos menos que la más austera (la de Diputación Local). Eso es una prueba contundente del fraude electoral y de cómo Toño López “ganó” la elección. ¿Cómo logras, en una mañana, reducir los 11 puntos de diferencia con los que, según todas las encuestas que se hicieron públicas, Soraya Córdova le ganaba a Toño López? Compras al IEE y su “elección”. ¿Quién lo hizo? El Gobernador, porque no querían a una líder antorchista como diputada local, con todo lo que eso implica.
Hace unos días, el Instituto Nacional Electoral, a través de la Unidad Técnica de Fiscalización, emitió los dictámenes sobre los gastos de campaña de todos los candidatos. Ahí, se afirmó que Antonio López rebasó los topes de gastos de campaña por el 36.5%, es decir, por 94,732 pesos. El Artículo 41 de la Constitución Mexicana dice que cuando se tenga acreditado un rebase del tope de campaña en un 5% o más del monto total autorizado la elección debe ser anulada cuando la votación obtenida entre el primero y segundo lugar sea menor al 5%. En la elección del Distrito 20 la diferencia fue de 1.67%. Es decir, la elección debió ser anulada, pero eso no se hizo porque a Toño López lo protegió el IEE, el Tribunal Electoral del Estado de Puebla, la Sala Regional y, finalmente, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Incluso el propio Miguel Barbosa, el 7 de septiembre salió a defender a su “gallito” ante el exceso de gastos: “el propio partido, la propia dirección, no sé a qué nivel, si es estatal o también nacional, le cargaron tanto al Distrito 20 y su candidato de Morena – PT, como al Distrito 9 y su candidata de Morena, uno es Toño López, otra es Melissa Jauli y a otros candidatos municipales de Morena, gastos que nunca hicieron”.
Pero ahí no acaba el asunto. El 29 de septiembre, el Instituto Nacional Electoral dictaminó de forma definitiva que el diputado local por el Distrito 20 de Puebla, Antonio López Ruiz, excedió el tope de gastos de campaña en las elecciones electorales pasadas. Esto implica que la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (Fepade) tendría que abrir una carpeta de investigación por la probable comisión de un delito electoral consistente en esta conducta que el INE ya sancionó. Si la Fepade considera que hay responsabilidad penal, entonces tendrá que judicializar esa investigación para que se le abra un proceso penal al probable responsable. Este delito electoral, bajo las modificaciones que hicieron los diputados de Morena en la Cámara de Diputados, se castiga con cárcel. La duda es: ¿habrá justicia o las autoridades electorales tirarán la investigación a la basura?