Durante su habitual rueda de prensa, el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que no todas las casas que serán demolidas podrán ser reconstruidas debido a que se encuentran dentro de predios irregulares, por lo que se analiza una posible reubicación.
Barbosa Huerta, destacó que su gobierno emitirá de forma emergente una adjudicación directa para iniciar con los trabajos de reparación de las 191 casas afectadas con daños menores y moderados.
La administración estatal dispone de dos terrenos con buena ubicación para realizar la reconstrucción de las viviendas, a fin de dar a los habitantes afectados lugares dignos para vivir; sin embargo, dijo sigue en análisis si se reubican o no.
Señaló que la reconstrucción de las viviendas con asentamientos irregulares no será posible porque no es legal.
“La reconstrucción en zonas prohibidas no va a ser posible, no es legal y nosotros ya tenemos disponibles terrenos en dos lugares muy bien ubicados para poder en todo caso analizar la posibilidad de reubicación de viviendas a ese lugar”.
Para los ciudadanos de San Pablo que no tienen ningún título de propiedad, el mandatario recordó que la Dirección de Tenencia de la Tierra está brindando el programa de regularización y revisará caso por caso. El programa es gratuito y no tiene como fin afiliarse a ningún partido político.
Sobre la demolición de las 64 casas que colapsaron, comentó que dos empresas se harán cargo del proceso y retirarán el cascajo hasta el campo de tiro que el Ayuntamiento de Puebla habilitó en la colonia San Jerónimo Caleras.
Advirtió que su gobierno fincará responsabilidades contra «cachetones» y «greñudos» que hayan provocado la tragedia, ya que existe «compromiso de su gobierno para que todo se dilucide».
Reconoció que el gobierno de Puebla no cuenta con información precisa para conocer por dónde cruzan los ductos y así delimitar las franjas para evitar asentamientos humanos sobre o a escasos metros de ese tipo de estructuras.
Por otra parte Juan Daniel Gámez Murillo, titular de la Secretaría de Infraestructura, comentó que 118 familias ya volvieron a sus hogares luego de haber sido liberados de escombros y resolver fallas hídricas o eléctricas.
El funcionario destacó que hay 73 viviendas pendientes de liberación: 42 al ser contiguos a casas que colapsaron, 22 en espera de reconexión de luz, en 7 no se ha localizado a los propietarios y 2 por afectaciones ajenas a la explosión.
Agregó que ya fueron demolidas 6 de las 64 casas declaradas pérdida total y se han removido 600 metros cúbicos de escombro en la zona cero y la zona naranja.