Jose Vázquez Martinez
Cada día surgen hechos y fenómenos en nuestro país, cada uno con sus particularidades, a los cuales debemos prestarles toda la atención necesaria para conocer sus orígenes, sus bases, su desarrollo, sus consecuencias y aprender las lecciones que nos puedan dar. La explotación laboral ha existido desde tiempos antaños y continúa existiendo hasta hoy en día, y la historia nos dice que los explotadores y el Estado siempre han trabajado de la mano para llevar a cabo esta explotación. Así lo vemos hoy actualmente con el gobierno de la 4T que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, pues sus principales proyectos para “levantar la economía mexicana” están siendo los nuevos núcleos de explotación laboral contra la clase obrera.
El pasado 12 de octubre miles de obreros de la empresa ICA Flour (alrededor de 3 mil a 5 mil, según los medios más confiables) realizaron un paro de labores en la Refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, para exigir mejores condiciones, aumento salarial, pagos completos en sus horas extras de la jornada, mayor seguridad y detener las amenazas de despidos. Esto fue una protesta justa y necesaria, pues los obreros tienen derecho a exigir eso y más. Lamentablemente ese día fueron ignorados, pero al siguiente día en una nueva jornada de protestas por parte de los trabajadores para lograr la justicia laboral, fueron brutalmente atacados por la Policía Estatal. Sin piedad alguna los policías dispersaron la protesta con gas lacrimógeno y disparando balas de goma con las que cuatro obreros fueron fuertemente heridos, uno de ellos casi pierde un ojo. ¿Era necesario el uso de la fuerza? ¿Quién atendió las demandas de los trabajadores? ¿Qué dijo López Obrador al respecto?
Justo el día 13 de octubre en su conferencia mañanera dijo: “Es un paro momentáneo, transitorio, espero, porque se están disputando la titularidad del contrato. Es un asunto entre sindicatos… Y se va a buscar que haya un acuerdo. Pero son asuntos que tienen que ver con los líderes… que se están peleando por el contrato… Ya estoy informado, y que se porten bien, porque no es que se esté pagando mal a los trabajadores, tienen todas sus prestaciones y tienen sus sueldos justos. El problema es que se pelean los sindicatos, los líderes para tener el control”. Primero, el que sea un paro momentáneo no debe ser ignorado, y menos por el presidente de la república mexicana, además, si fue momentáneo fue gracias a que el gobierno de Tabasco y el Gobierno Federal utilizaron las fuerzas armadas para ahuyentar la protesta.Segundo, parece que el señor presidente conoce bien el conflicto que hay entre sindicatos y parece estar informado de todo este embrollo, pero lo que no sabe es que esos sindicatos tienen por naturaleza exprimir los bajos salarios de sus agremiados, amenazarlos, cobrarles cuotas a cambio de dejarlos trabajar. Entonces, no es cierto que realmente esos trabajadores que protestaron hayan gozado de todas sus prestaciones y sueldos justos.
También hay que destacar que días después la empresa ICA Flour declaró que desconocía totalmente a los trabajadores que realizaron las protestas.
Pero esta no es la única y definitiva opinión acerca del tema, hay otra que me interesa destacar en estos renglones. La diputada por MORENA Susana Prieto Terrazas manifestó: “La bolsa de trabajo se la llevó un líder sindical local, que nada tiene que ver al interior y que al parecer está vendiendo en abonos plazas de Pemex. No solo tiene el control del trabajo al interior de Dos Bocas, va más allá que eso y lo peor de todo es que la mesa de seguridad a cargo de la secretaria Rocío Nale no pone ningún orden”. También aseguró que los trabajadores son obligados a pagar una cuota sindical de 100 a 500 pesos, y que dicha cuota sindical se cobra de manera directa, y quien no la paga ya no puede entrar a trabajar y son reemplazados. “Los trabajadores aseguran que porros mandados por el líder sindical están a la entrada de Dos Bocas y detienen al trabajador pidiéndoles que paguen una cuota sindical en efectivo que no se describe en el registro de pago y que además, no tienen derecho a cobrar, ya que Ricardo no está legitimado para tener gente afiliada a su sindicato”. ¿También el presidente está informado de esto? Y si lo está, ¿por qué no hace algo para detener estos actos?
Pero ya es costumbre del señor presidente minimizar todo acto y todo conflicto en el que se vea involucrado su gobierno, así lo hizo en su mañanera del día 14: “Espero que lo de Dos Bocas sea algo aislado. Y pedirle a los dirigentes que ayuden, y pedirle a los trabajadores que no se dejen manipular, que no se dejen utilizar, que si quieren un dirigente para que les ayude estoy a las órdenes de ellos”. Pero por supuesto que lo de Dos Bocas no será algo aislado, pues ya en febrero de este mismo año hubo protestas para exigir solución a las mismas demandas de los trabajadores, es decir, este conflicto no nació de la noche a la mañana, tiene sus causas de antaño y sus principales causas son que los dirigentes de los sindicatos no ayudan a los trabajadores, los manipulan, los utilizan y los amenazan. Y si los trabajadores necesitan un dirigente tienen que saber que ese dirigente tiene que surgir de entre ellos mismos y no se confíen de las palabras maquilladas del presidente López Obrador.
Este no es el único caso donde el gobierno de la 4T es actor en hechos de engaños hacia trabajadores. El pasado 10 de septiembre repartidores y choferes del “Gas Bienestar” en Iztacalco, Ciudad de México, se manifestaron para exigir el pago que les prometieron, pues de dos mil pesos a la semana solo les pagarían mil pesos, además, los trabajadores también exigían mayor seguridad laboral para manejar correctamente el gas, que es un material peligroso. ¿Y qué dijeron las autoridades responsables? Que todo era un complot para impedir la operación del Gas Bienestar.
La explotación laboral en México sigue más vigente que nunca, las jornadas laborales son excesivas y los salarios son muy bajos. El sindicalismo charro sigue existiendo, está retomando fuerzas gracias a que el gobierno mexicano les da pauta para seguir engañando a los trabajadores. ¿Por qué López Obrador y Rocío Nahle protegen a la CTM y se abstienen de mencionar el nombre de Ricardo Hernández Daza? Aquí hay interés de por medio. El conflicto de Dos Bocas nos muestra claramente una realidad: la 4T repudia a la clase obrera mexicana, el gobierno morenista odia a las organizaciones y no tolerará que los obreros se organicen y luchen para conseguir mejores condiciones laborales. Y en esto es donde los obreros mexicanos deben darse cuenta de la enorme capacidad que tienen, y si se unen y se organizan pueden hacer valer sus derechos y lograr que sus demandas se cumplan. Pero también deben saber que con ese tipo de sindicatos no se puede lograr nada, con ese tipo de líderes y dirigentes serán guiados hacia una causa perdida. La clase obrera mexicana debe obtener sus líderes y sus dirigentes de ellos mismos, solo así su lucha será auténtica.