El editor de una revista de alcance nacional fue incluido aparentemente por error en un chat privado de altos funcionarios de la Casa Blanca, en el que se compartieron detalles sobre la ofensiva del Pentágono contra los hutíes, grupo islamista que controla el norte de Yemen y que lleva meses atacando embarcaciones relacionadas con Estados Unidos e Israel.
La noticia fue difundida, primeramente, por la revista The Atlantic, específicamente en un artículo escrito por Jeffrey Goldberg, el editor jefe que fue integrado a un grupo de la plataforma Signal llamado Houthi PC Small Group.
Dicho chat, según The Atlantic, habría estado conformado por 18 personas, entre ellas el vicepresidente, JD Vance; el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el secretario de Estado, Marco Rubio; la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard; el asesor del presidente Donald Trump, Stephen Miller; la jefa de gabinete, Susie Wiles, y el enviado especial de Estados Unidos para Oriente Medio, Steve Witkoff.
Pero no todo paró en la publicación. Horas después, la Casa Blanca confirmó la noticia, aunque parcialmente y sin ofrecer detalles.
“En este momento, el hilo de mensajes del que se informó parece ser auténtico, y estamos revisando cómo se añadió un número inadvertido a la cadena”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes.
Sin embargo, el funcionario aclaró que Trump sigue teniendo “la máxima confianza en su equipo de seguridad nacional”. En un inicio, el mandatario norteamericano había dicho a medios que no tenía idea del asunto publicado por el medio.
Goldberg publicó en su artículo que fue incluido en el chat gubernamental, pero jamás difundió los detalles de la ofensiva estadounidense contra Yemen, la cual se llevó a cabo el 15 de marzo pasado. El editor de The Atlantic afirma que fue agregado al grupo desde dos días antes, el 13 de marzo. Primero, creyó que se trataba de una broma o una campaña de desinformación. “No pensé que fuera real. Entonces empezaron a caer las bombas”, relata en su texto.
Los líderes de seguridad nacional de Estados Unidos me incluyeron en un chat grupal sobre los próximos ataques militares en Yemen. No pensé que fuera real. Entonces empezaron a caer las bombas.
Según el artículo, una persona identificada como “Vance”, posiblemente el vicepresidente de Estados Unidos, expresó sus dudas sobre llevar a cabo tales ataques contra los hutíes. “Si crees que deberíamos hacerlo, vamos. Odio volver a sacar de apuros a Europa”, escribió este usuario aparentemente en respuesta al jefe del Pentágono, Pete Hegseth, quien habría definido como “patético” el hecho de que Washington tuviera que atacar a los hutíes porque las fuerzas europeas no pueden hacerlo solas.
El 15 de marzo pasado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ataques a gran escala contra el movimiento Ansarolá (hutíes), que controla el norte de Yemen y que desde octubre de 2023 ha llevado numerosos ataques contra embarcaciones mercantiles y militares relacionadas con Israel, incluidos barcos norteamericanos.
Las fuerzas estadounidenses atacaron a líderes y dirigentes, bases militares y defensas antiaéreas del grupo armado, y desde entonces se han incrementado las tensiones entre ambas partes en Oriente Medio.
Según Trump, los hutíes han emprendido durante meses “una implacable campaña de piratería, violencia y terrorismo contra barcos, aviones y vehículos aéreos no tripulados estadounidenses y de otros países”.
Desde finales de 2023, los hutíes realizan ataques contra embarcaciones relacionadas con Estados Unidos e Israel, en solidaridad con los ataques del país hebreo contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. El grupo islamista asegura que no dejará su ofensiva hasta que Tel Aviv detenga su “genocidio” contra el pueblo palestino.
En el último año, los hutíes han lanzado más de 200 misiles y 170 drones contra Israel. Según las Fuerzas de Defensa del país hebreo (FDI), la gran mayoría no alcanzó el territorio israelí o fue interceptada por los militares y los aliados israelíes en la región.
Además, los hutíes han realizado 174 ataques contra buques de guerra de Estados Unidos y casi 150 ataques contra buques mercantes en el último año y medio, según el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio.