En una muestra de solidaridad y protesta, el estado de Puebla se sumó al Luto Nacional convocado por las familias de víctimas de desapariciones forzadas en México, tras el hallazgo de fosas clandestinas en Teuchitlán, Jalisco.
El colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla encabezó una ceremonia simbólica en el Zócalo de la capital poblana, donde ciudadanos acudieron con veladoras y pares de zapatos vacíos en honor a quienes aún no han regresado a casa. La ceremonia fue un acto de memoria y exigencia de justicia, no solo por los casos en Jalisco, sino también por las desapariciones y fosas clandestinas documentadas en Puebla.
María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo, expresó que el hallazgo en Jalisco ha generado en los buscadores sentimientos de impotencia, coraje y profundo dolor. «Nos duele el alma, porque cada fosa encontrada es un golpe a la esperanza de quienes seguimos buscando», señaló.
Asimismo, la activista responsabilizó a todos los partidos políticos por la crisis de violencia y desapariciones en el país: «Hoy nadie tiene la cara limpia para echarse la culpa unos a otros y quererse deslindar», sentenció.
Los colectivos exigieron una reunión con el gobernador Alejandro Armenta Mier y demandaron mayor presupuesto y personal para la Comisión de Búsqueda de Puebla, con el fin de continuar con las labores de localización de personas desaparecidas.
Al pie del Árbol de la Esperanza, un sitio emblemático en el Zócalo de Puebla, familias y activistas encendieron más de 400 veladoras y colocaron pares de zapatos pertenecientes a personas que aún no han sido localizadas. Cada par de zapatos representó una ausencia, una historia truncada por la violencia.