Tras una protesta frente a la Secretaría de Gobernación de la capital poblana, los padres de familia de los jóvenes que estudian en el Centro Escolar 1° de Mayo, así como los directivos de las cuatro escuelas que lo conforman, serán recibidos por las autoridades para una reunión el próximo martes en la que denunciarán que la escuela enfrenta una orden de desalojo promovida por el empresario Alejo González Canteli, misma que afecta a más de 800 alumnos.
Y es que desde el viernes 7 de marzo se colocó una orden de desalojo en el portón de la escuela, indicando que la expulsión era inminente, por lo que los maestros y padres de familia han intentado frenarlo, pero las autoridades municipales han ignorado el caso.
A pesar de los reiterados intentos por dialogar, el ayuntamiento municipal se ha negado a recibir a los representantes del plantel, al igual que Francisco Rodríguez. Hasta el momento solo se ha logrado un acercamiento con funcionarios de la sindicatura, pero el problema sigue sin avances y sin una solución clara.
Los padres de familia advierten que si el desalojo ocurre en horario escolar, los niños podrían estar en peligro. Además, denunciaron que un dirigenciario ha estado tomando fotografías de los estudiantes, lo que consideran un acto de intimidación.
Las instituciones educativas del Centro Escolar cuentan con clave oficial, incluyendo el bachillerato, que recibió su registro hace cinco años. La Primaria, que fue la primera en fundarse hace 18 años, alberga actualmente a 300 alumnos, mientras que el Preescolar “Gregorio de Gante” cuenta con 150, la Secundaria con 150 y la Preparatoria con 200 estudiantes.
El líder antorchista Salvador Meléndez enfatizó que “no buscamos el conflicto social, pero nadie nos quiere atender”, y exigió que la síndica se presente ante el juzgado para garantizar certeza legal a los padres de familia.
La comunidad escolar teme que la situación se torne violenta, recordando que hace 10 años enfrentaron un intento de desalojo con agresiones directas y la presencia de personas armadas.
Tras la protesta, se convocó a una reunión el martes a las 8:30 de la mañana, con una comisión de 10 representantes.
Mientras tanto, maestros y padres de familia permanecen en guardia para evitar que el desalojo se concrete.