Jalisco. Una denuncia anónima llevó a elementos de la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano hasta un rancho abandonado en la comunidad de La Estanzuela, municipio de Teuchitlán, Jalisco, donde detuvieron a 10 presuntos delincuentes armados y rescataron a dos personas que estaban maniatadas.
El lugar, conocido como Rancho Izaguirre, se ha convertido en un punto rojo en la búsqueda de personas desaparecidas. El pasado 5 de marzo, el colectivo Guerreros Buscadores denunció que el inmueble era utilizado por el crimen organizado como crematorio clandestino, campo de adiestramiento y exterminio. En el sitio, los activistas hallaron cinco lotes de restos óseos fragmentados y más de 400 prendas de vestir, entre zapatos, playeras, carteras, pantalones y libros, pertenecientes tanto a hombres como a mujeres.
Un informe oficial, consultado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), reveló que el 10 de agosto de 2019, elementos de la Guardia Nacional habían reportado el hallazgo de una finca con varios cuerpos calcinados en la misma zona, cerca de la comunidad de La Estanzuela. Los restos fueron encontrados entre sembradíos de maíz, pero en aquel momento no se identificó el sitio como un crematorio clandestino.
Recientemente, la Fiscalía de Jalisco publicó una lista de 493 objetos encontrados en el rancho, incluyendo ropa, mochilas y calzado, con la esperanza de que familiares de desaparecidos o sobrevivientes puedan identificarlos. En el sitio también se localizaron hornos crematorios, drogas y otros indicios de actividad criminal.
El 12 de marzo, la Fiscalía reveló el hallazgo de seis fosas comunes dentro del rancho, con restos óseos humanos y más de 500 indicios forenses. Las investigaciones continúan en este terreno vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el cual ha sido señalado como un centro clandestino de exterminio y entrenamiento criminal.