Los alemanes votaron este domingo para formar un nuevo Bundestag y definir quién será el próximo canciller.
Los ciudadanos de Alemania acudieron este domingo a las urnas en unas elecciones anticipadas para definir un nuevo Bundestag (Parlamento del país). Los sondeos a pie de urna indican que el partido de centro-derecha Unión Demócrata Cristiana (CDU) lidera los comicios, seguido por la formación de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que logra un histórico segundo lugar.
En detalle, la encuesta recogida por ARD señala que la CDU cuenta con el apoyo del 29% de los votantes, mientras que la AfD recibió el 19,5% de los votos. En el tercer lugar está el Partido Socialdemócrata (SPD), encabezada por el actual canciller, Olaf Scholz, con el 16% de las papeletas, seguido por la formación de Los Verdes, apoyada por el 13,5% de los electores, indica el sondeo.
Las elecciones se llevaron a cabo con una participación electoral históricamente alta: el 83% de los votantes acudieron a las mesas electorales, de acuerdo con los datos de ZDF y ARD, respectivamente.
Los comicios tuvieron lugar después de que el canciller, Olaf Scholz, destituyera el año pasado quien era ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, lo que provocó el colapso de la coalición de gobierno. Scholz perdió un voto de confianza y eso impulsó la convocatoria de elecciones en el país seis meses antes de lo previsto.
Esta jornada, los alemanes no solo tomaron una decisión sobre cómo estará configurado el Bundestag a partir de ahora, sino que mostraron sus preferencias acerca del futuro canciller federal, que debe ser elegido por mayoría en el Bundestag.
Las elecciones se celebran en un momento decisivo para Alemania. El Estado alemán se enfrenta a una grave crisis migratoria, con un nivel de delitos cometidos que aumentó en un tercio en 2023.
La industria del país europeo también sigue reduciéndose, y Volkswagen, el mayor grupo automovilístico de Europa, anunció la supresión de 35 mil puestos de trabajo en todo el país.
Además de los problemas mencionados, el nuevo canciller tendrá que hacer frente a un nuevo enfriamiento de las relaciones transatlánticas. La administración Trump pretende imponer aranceles a los productos procedentes de la Unión Europea, así como hacer recaer sobre Europa la carga principal del apoyo a Ucrania.