Héctor Hernández Cañas, médico veterinario zootecnista, fue hallado sin vida en el municipio de Tultepec, Estado de México, presuntamente asesinado por los dueños de una perrita Yorkshire que falleció tras una intervención quirúrgica en su clínica, Veterinaria Faunaria, ubicada en Santiago Teyahualco.
El caso tomó relevancia luego de que la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios (FedMVZ) condenara el asesinato y exigiera justicia. A esta demanda se sumó la Asociación Mexicana de Hospitales Veterinarios (AMHVET), que hizo un llamado a la reflexión sobre el uso de redes sociales, enfatizando que “la difamación y el acoso no son justicia, son violencia”.
Días antes de su muerte, Hernández Cañas denunció en redes sociales que estaba siendo víctima de una campaña de difamación tras operar a «Mía», una perrita Yorkshire Terrier con una obstrucción en el esófago causada por un hueso. Aunque la cirugía se realizó siguiendo protocolos médicos, la mascota falleció por complicaciones, lo que desató acusaciones y amenazas en su contra.
En sus publicaciones, el veterinario explicó que había informado a los dueños sobre los riesgos de la intervención debido al estado crítico de la mascota. Sin embargo, tras el fallecimiento, comenzó a recibir amenazas y exigencias de 50 mil pesos para detener el linchamiento mediático en su contra.
El gremio veterinario y la comunidad exigen justicia y el esclarecimiento del caso para que el asesinato de Héctor Hernández Cañas no quede impune.