Por alguna razón, aunque usted no lo crea aquel dicho muy común entre los mexicanos sobre el puente, el periodo vacacional o de celebración navideña llamado Guadalupe-Reyes tiene algo de razón, pero esta vez se ha quedado chico.
Tras las festividades de Adviento y Navidad, enero ofrece una oportunidad para profundizar en el misterio de la Encarnación. Con las celebraciones más tranquilas, es un momento propicio para la oración y la meditación sobre el nacimiento de Cristo, permitiendo una conexión más íntima con el Verbo hecho carne.
Enero suele ser un mes frío y sombrío, especialmente en regiones del hemisferio norte. La alegría y el espíritu de la Navidad pueden aportar luz y calidez en estos días invernales. Mantener las celebraciones navideñas hasta la Candelaria brinda consuelo y esperanza en medio de la rutina diaria y las inclemencias del tiempo.
De acuerdo al portal religioso católico Church Pop, hay 4 razones para extender la Navidad que es una época de alegría y reflexión y según la tradición litúrgica se extiende más allá del 25 de diciembre. Aunque popularmente se cree que finaliza con la Epifanía el 6 de enero, existen razones para continuar la celebración hasta el 2 de febrero, día de la Fiesta de la Candelaria.
Los expertos del citado portal noticioso aducen 4 razones:
1.- La Candelaria es el Final Tradicional del Tiempo de Navidad.
La Candelaria se celebra cada año el 2 de febrero. Es la Fiesta de la Presentación del Señor y la Purificación de la Virgen María, cuando ella y San José llevaron a su Hijo primogénito al Templo, según la ley.
De acuerdo con la ley judía, María debía esperar 40 días para ir al Templo después de dar a luz. Aunque ella no necesitaba purificación, se sometió a la ley establecida por Dios.
Por lo tanto, durante todo enero podemos recordar a Jesús como un recién nacido y a la Virgen María y San José enfrentando los retos cotidianos de ser padres primerizos. En el calendario litúrgico antiguo, este período se llamaba el Tiempo Después de la Epifanía.
2.- Después de las Múltiples Ocupaciones del Adviento y la Navidad, es más Fácil Centrarse en el Nacimiento de Cristo luego de las Celebraciones.
Las fiestas han terminado. Los banquetes se han consumido. Los regalos se han abierto. Ahora, finalmente, podemos volver a un ritmo de vida más tranquilo. Y el ritmo normal de los cristianos incluye la oración diaria.
¿Por qué no aprovechar el tiempo después del nacimiento de Cristo, mientras el año litúrgico espera su presentación en el templo, para profundizar en la maravilla del Verbo hecho carne?
3.- En el Mes de Enero, Necesitamos un Poco de Espíritu Navideño.
Enero, mucho más que diciembre, necesita un poco de alegría. En las regiones del norte del mundo, la nieve en el suelo se ha convertido en lodo gris y hielo.
Todo se ve gris y sombrío, y las temperaturas que están absurdamente bajo cero nos atormentan.
Aún no es Cuaresma, así que ¿por qué asumir la penitencia de dejar de celebrar antes de tiempo?
4.- Muchas Canciones Navideñas son Apropiadas Después de Navidad.
Puede dejar de lado las canciones sobre Santa Claus y la nostalgia de volver a casa y enfocarse en los villancicos que hablan sobre el nacimiento de Cristo.
Estos cantos mantienen vivo el espíritu navideño y nos recuerdan la importancia de acompañar a la Sagrada Familia en los primeros días de Jesús en la tierra.
Los recién nacidos no son olvidados 12 días después de su nacimiento, sino que son cuidados y amados mientras crecen. Hagamos lo mismo con Cristo, disfrutemos este tiempo con María, cantando sobre el nacimiento de su Hijo el mayor tiempo posible.
En conclusión, prolongar la celebración de la Navidad hasta la Fiesta de la Candelaria nos permite profundizar en los misterios de la fe, mantener la alegría en tiempos difíciles y acompañar a la Sagrada Familia en los primeros momentos de la vida de Jesús. Es una invitación a vivir plenamente el espíritu navideño, más allá de las fechas convencionales y encontrar en este tiempo una fuente de renovación espiritual y esperanza.