Por Leticia Montagner
Los investigadores han descubierto vínculos entre el cáncer y unas dietas ricas en carnes procesadas combinadas con licores y pocas frutas y verduras; han identificado un punto principal de las fuerzas que sospechan que aumentan los casos de cáncer en los jóvenes y es el intestino, porque están buscando causas en los cuerpos de las personas y en sus historias infantiles.
Las tasas de cáncer gastrointestinal entre personas menores de 50 años aumentaron en todo el mundo. En los Estados Unidos (EU), el colorrectal es la principal causa de muerte por en hombres menores de 50 años y la segunda en mujeres, después del cáncer de mama.
De acuerdo al diario estadounidense The Wall Street Journal, cada generación nacida desde la década de 1950 ha tenido un riesgo mayor que la anterior. “Todo lo que se pueda imaginar que se ha introducido en nuestra sociedad desde la década de 1960, la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, es un posible culpable”, dijo Marios Giannakis, Oncólogo del Instituto de Cáncer Dana-Farber en Boston, EU.
El cáncer gastrointestinal ha aumentado las tasas de este mal entre los jóvenes, como el colorrectal, el uterino, el riñón, el estómago y el pancreático
“Estamos preocupados y queremos hacer algo y actuar rápidamente, pero queremos hacerlo basándonos en datos científicos sólidos”, agregó Andrew Chan, Director de Epidemiología del Mass General Cáncer Center en Boston.
Su equipo ha encontrado conexiones entre el riesgo de cáncer colorrectal de aparición temprana y la obesidad, el consumo de muchas bebidas azucaradas y la inactividad física, pero esos estudios no han probado una causa directa.
El equipo de Chan está ampliando su trabajo para incorporar estudios que hagan un seguimiento de más personas y analicen muestras de sangre, tumores y heces y examinarán los resultados en busca de posibles carcinógenos y luego expondrán a los ratones para ver si desarrollan esta enfermedad.
Planean centrarse primero en la obesidad y el alcohol, dijo Yin Cao, Epidemiólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, quien codirige el trabajo con Chan.
Los estudios muestran que el consumo excesivo de alcohol está relacionado con el riesgo de cáncer colorrectal en etapa temprana, junto con las dietas ricas en grasas y azúcares añadidos. Un estudio descubrió que las personas que comían más alimentos ultraprocesados tenían un mayor riesgo de sufrir precursores del cáncer de colon.
El grupo planea probar formas de reducir los riesgos, incluyendo si recetar medicamentos para bajar de peso, como Ozempic, puede ayudar a prevenir el cáncer colorrectal. Otro ensayo asignará a algunos participantes una dieta más saludable y estudiará si los cambios en las bacterias y patógenos del intestino, llamados microbioma, afectan su riesgo.
Algunos investigadores estudiaron los antibióticos que alteraron el microbioma, pero un equipo de California analizó los registros médicos y no logró encontrar un vínculo sólido con los antibióticos de amplio espectro, pero los primeros resultados sugieren que el uso a largo plazo podría aumentar el riesgo.
En la Universidad de California de Irvine, la Bióloga Selma Masri ha demostrado en ratones que al modificar el reloj interno del organismo, llamado ritmo circadiano, se modifica la diversidad y abundancia de las bacterias intestinales. Algunos de los cambios se relacionaron con niveles reducidos de moco que protege el revestimiento intestinal de las bacterias dañinas.
También encontró un vínculo entre la alteración del reloj circadiano y el cáncer colorrectal; los científicos creen que la luz casi constante de los teléfonos móviles, ordenadores portátiles y otros dispositivos podría alterar los relojes internos y promover el crecimiento del cáncer al alterar el sistema inmunológico, el metabolismo y el microbioma. La cantidad de contaminación lumínica que ha aumentado ha sido asombrosa, dijo Masri.
Así las cosas, falta tiempo para determinar la causa del aumento de casos de cáncer entre los jóvenes.