Por Silvanna Mortera
El comercio informal es un sector que, pese a ser constantemente estigmatizado y marginado por las políticas gubernamentales, a pesar de los desafíos que enfrenta, logra llevar alimento y sustento a muchas familias en nuestro país. Desde el Movimiento Antorchista, que lucha incansablemente por los derechos de las clases trabajadoras y desfavorecidas, consideramos fundamental visibilizar la trascendencia de este sector como un medio de sustento digno para millones de familias que han sido excluidas de las oportunidades formales de empleo.
En un contexto donde el desempleo y los bajos salarios prevalecen, el comercio informal surge como una alternativa necesaria para enfrentar las desigualdades estructurales del sistema económico imperante. En México, más del 55% de la población ocupada trabaja en condiciones de informalidad, de acuerdo con datos del INEGI (2022). Es en los tianguis, las calles y las plazas donde el pueblo trabajador despliega su creatividad y esfuerzo para llevar el pan a su mesa. En ciudades como Puebla, este sector representa una de las principales fuentes de ingresos para más de 400 mil personas, que enfrentan, además, la falta de acceso a seguridad social, créditos y protección laboral.
Resulta lamentable que las autoridades, en lugar de garantizar condiciones más justas para este sector, implementen políticas de persecución, desalojos y decomisos, bajo el pretexto de «ordenar» el espacio público. Esta actitud no solo ignora las raíces sociales del comercio informal, sino que también violenta los derechos humanos de los trabajadores. Estas acciones son un intento más del sistema por criminalizar la pobreza y mantener intactos los privilegios de las grandes empresas.
El comercio informal, lejos de ser un obstáculo para el desarrollo, es una expresión de resistencia del pueblo trabajador frente a la exclusión económica. Las soluciones no deben centrarse en la erradicación de este sector, sino en su regulación justa, el acceso a créditos, capacitación y garantía de derechos laborales. Es necesario que el Estado reconozca a estos trabajadores como parte fundamental de la economía y la sociedad, dejando atrás la criminalización.
En Puebla, por ejemplo, los comerciantes informales enfrentan constantes operativos que ponen en riesgo su patrimonio y sustento diario. Sin embargo, este sector contribuye significativamente al dinamismo económico local. Además de las dificultades impuestas por las autoridades, los pequeños grupos de comerciantes suelen enfrentar hostigamiento por parte de organizaciones que operan de manera violenta y los obligan a adherirse a sus filas. Estas organizaciones, lejos de representar una solución, recurren al amedrentamiento y la coerción para controlar espacios de venta, afectando aún más a quienes ya viven en condiciones precarias.
El Movimiento Antorchista reafirma su compromiso de defender a los comerciantes informales como parte del pueblo trabajador, solo unidos podremos construir un país donde la riqueza se distribuya equitativamente y donde el esfuerzo de cada trabajador, formal o informal, sea reconocido y valorado. En este sentido, todos están cordialmente invitados a asistir al 20 aniversario del comercio antorchista, que se celebrará el 31 de enero a las 11 am en el zócalo de Puebla. En este evento festejaremos 20 años de lucha constante, de esfuerzo colectivo y de trabajo incansable en favor del pueblo humilde y trabajador.
