Olintla, Puebla- Los antorchistas olintecos celebraron 34 años de trabajo, de lucha y de unidad en el municipio. Hace tres décadas, los pobladores eran víctimas de violencia, de discriminación y de injusticias, sin importar si eran niños, mujeres y hombres. Fue hasta finales de 1990 que un grupo de hombres valientes y hartos de la situación en la que vivían, se organizaron y junto con el Movimiento Antorchista han logrado un cambio significativo en la vida de los olintecos.
“A 50 años de existencia, el Movimiento Antorchista Nacional continúa levantando la bandera de la justicia social, trabajando y luchando por no solo por mejorar las condiciones materiales de las masas desprotegidas, sino por conseguir un cambio verdadero en la sociedad, que le permita al pueblo trabajador una vida digna”, dijo Delfino Bonilla Ángel, responsable del trabajo de Antorcha en el municipio de Olintla.
Al respecto, destacó que una de las luchas que ha dado su organización es en el municipio de Olintla, donde los pobladores organizados ante las injusticias y maltrato del cacicazgo, fueron amenazados y agredidos un 11 de diciembre de 1990, en una protesta pública que realizaron ante la amenaza de que el cacicazgo correría a los antorchistas del municipio.
“Los compañeros antorchistas de Olintla, a finales de 1990 decidieron escribir una historia diferente, luego de ser un pueblo sometido bajo el yugo del cacicazgo, a la injusticia, al cobro excesivo de impuestos, de la discriminación”, explicó.
Bonilla Ángel explicó que antes de la llegada de Antorcha, la presidencia imponía su voluntad mediante la violencia ejercida por la policía municipal, por lo que, a invitación de un grupo de pobladores preocupados por los problemas de su pueblo, que no había resuelto ni quería resolver ningún político, llegó el Movimiento Antorchista para ser la luz que les permitió escribir una nueva historia a favor del pueblo trabajador.
“Las agresiones hacia nuestros compañeros aumentaron, corrieron el rumor que el 12 de diciembre iban a correr al grupo antorchista del pueblo junto con sus líderes, que ya estaban preparadas las armas para acabar con todos; se reportaban los hechos y simplemente no pasaba nada. Un 11 de diciembre de 1990 el cacicazgo y sus pistoleros asesinaron a tres de nuestros compañeros antorchistas, más de 20 lastimados con bala y 70 golpeados con palos y puños entre ellos muchas mujeres y niños”, describió.
Tras la agresión, enfatizó, ningún antorchista corrió, ni se fue del municipio, pues defendieron una causa justa, porque tenían derecho de buscar soluciones a sus problemas. Intensificaron su actividad de gestión, de lucha y de trabajo para exigir obras y acciones en beneficio del pueblo trabajador.
Gracias a ello, mencionó el dirigente, Olintla actualmente cuenta con escuelas desde nivel básico hasta el nivel medio superior, que están al servicio de los hijos de las familias humildes; además de que se busca mejorar la educación para brindarle mejores condiciones de vida a las futuras generaciones. Además de que se han logrado obras de mejoramiento de la infraestructura en las diferentes comunidades, apoyos a la vivienda y otras acciones que han contribuido en el mejoramiento de la vida de muchas familias olintecas.
“El pueblo organizado encendió hace 34 años las llamas que los guio por un camino diferente, demostró que la unidad inquebrantable, que la organización, la decisión de lucha y la educación política les pudo permitir cambiar las condiciones materiales de vida”, señaló.
De ahí que resaltó la importancia de honrar la memoria de aquellos hombres que valientemente se organizaron para liberar a su pueblo de la opresión y de quienes perdieron la vida a manos de los enemigos del progreso, a través de la unidad y el trabajo diario de la mano del Movimiento Antorchista no solo por una vida más digna para los olintecos, sino para todos los mexicanos.