Cinco años después de que el coronavirus fue detectado por primera vez en China, nadie sabe cuántas personas sufren Covid persistente. Es una enfermedad indetectable por medio de pruebas biológicas y quienes la padecen, a menudo se sienten incomprendidos por parte de la sociedad y de algunos médicos, que no creen en esta enfermedad, señaló Elena Pérez Porres, de la Asociación Madrileña de Pacientes con Covid Persistente (AMACOP).
Muchos de los que acuden a la Asociación, explicó Pérez Porres, lo hacen “buscando un grupo en el que no son las personas raras”. Afecta a los hombres, pero las pacientes son mayoritariamente mujeres, con síntomas muy variados, como disnea (dificultad para respirar), niebla mental (falta de capacidad de concentración), problemas cognitivos, cardíacos, dolores musculares y cansancio.
El diagnóstico se hace por descarte de otras enfermedades, cuando persisten alguno o varios de estos síntomas más de tres meses después de una infección de Covid. La dificultad en el diagnóstico es una de las razones por las cuales nadie sabe, hoy día, cuántas personas están afectadas.
De acuerdo al diario español El País, una de las cifras que se maneja es de dos millones de afectados en España, a raíz de un cálculo internacional del año 2022. Serían las personas que lo han padecido hasta ese momento, pero no se sabe en cuántas ha desaparecido la dolencia. La mayor revisión de estudios de ese año, asegura que 12 meses después solamente un 15 % de las personas mantenían síntomas.
Otra aproximación para conocer la magnitud del fenómeno son las bajas laborales. El Instituto Nacional de la Seguridad Social incluyó “Síndrome Post Covid-19” o “afección pos-Covid-19″ como la persistencia de síntomas físicos, cognitivos y/o psicológicos que no puedan explicarse por ningún otro diagnóstico, 12 semanas después de superada la fase aguda de la infección.
Manuel Vicente Pardo, Director de la Cátedra Internacional de Medicina Evaluadora, Pericial y Laboral de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), experto en Covid persistente, dijo que no se ha hecho un seguimiento pormenorizado de casos. Puede estimarse que, de los nueve millones de bajas por Covid registradas desde marzo 2020 a finales de 2023, en torno a 800 mil trabajadores la prolongaron más allá de los seis meses por síntomas persistentes.
El porcentaje de pacientes que tras baja por Covid desarrollan Covid persistente, señaló Vicente Pardo, ha ido disminuyendo pues en el primer año la estimación fue del 16 % de los infectados, mientras que ahora está en un 4 %. En el caso de los hospitalizados graves, la proporción se dispara entre el 60 % y el 80 % requiere bajas por Covid persistente.
¿Qué les sucede a las personas con esta enfermedad? Aunque al ser relativamente nueva queda todavía mucho por conocer, sí se sabe que es un síndrome posvírico, algo que ya causaban otros patógenos. Pilar Rodríguez Ledo, Presidente de la Red Española de Investigación en Covid persistente (REICOP) y de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), dijo que tras el contacto con un virus la mayoría de las personas recuperan la normalidad, pero que en otras se produce una cascada inflamatoria con alteraciones de la inmunidad, que produce desequilibrio, dependiente de estado inmunitario e inflamatorio o de propia persistencia del virus que desencadena todas estas afecciones.
Estas alteraciones de la inmunidad que relata Rodríguez Ledo son la explicación hipotética que dan los investigadores a que la mayoría de las pacientes sean mujeres, ya que en ellas las enfermedades inmunitarias son mucho más comunes. También se relaciona con las hormonas, ya que se ha visto que en las distintas fases de ovulación los síntomas varían.
Algunos especialistas han señalado que hay un gran desconocimiento de que es una enfermedad que existe y que es real. Muchos piensan que las pacientes están somatizando y tienen problemas psicológicos, pero como afección secundaria a los síntomas que llevan soportando durante mucho tiempo.
Otro problema con el Covid persistente es que no hay una terapia específica para tratarlo. Se palían unos u otros síntomas, en función de las afecciones de pacientes, pero no existe un medicamento que pueda curarla, aunque hay en marcha ensayos clínicos que en los próximos años darán resultados para descubrir fármacos.