Durango. Desde el pasado 10 de enero, la autopista Durango-Mazatlán, operada por Caminos y Puentes Federales (Capufe), registró un incremento del 5.5% en el costo de sus casetas, una medida que ya afecta a automovilistas, transportistas y al sector comercial de la región.
Con este aumento, el transporte de carga ida y vuelta alcanza un costo de 6,260 pesos, convirtiendo a esta carretera en una de las más caras del país. Para los autobuses de pasajeros, el precio ahora asciende a 3,106 pesos, mientras que los automovilistas deben pagar 1,568 pesos por un viaje redondo, frente a los 1,486 pesos que se cobraban en 2024.
Nayeli Victorino García, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Durango, señaló que este ajuste tarifario repercutirá directamente en los precios finales de los productos, debido al incremento en los costos de los fletes.
“Como comerciantes, nos preocupa que el aumento en los fletes se refleje en los precios al consumidor. Esto no solo afecta a los transportistas, sino también al bolsillo de las familias y al comercio local,” expresó.
Pese al aumento, la carretera enfrenta serios problemas de infraestructura. Empresarios locales han denunciado la falta de mantenimiento en el concreto de la vía y en los puentes, así como la existencia de 56 accesos irregulares.
Los usuarios han criticado particularmente las casetas de Coscomate y Mesillas, las cuales encabezan las tarifas más altas de la región. Ante esta situación, representantes del sector empresarial sostuvieron reuniones con Capufe y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), exigiendo reparaciones urgentes.