Irán ha convocado al embajador saudí Abdullah bin Saud al Anazi ante el Ministerio de Asuntos Exteriores por la ejecución de ciudadanos iraníes acusados de narcotráfico.
Riad anunció que ejecutaría a seis iraníes acusados de contrabando de hachís. En los medios de comunicación circularon imágenes del cumplimiento de la sentencia.
El reino declaró que la decisión se había tomado para proteger la seguridad de los ciudadanos y residentes frente al “azote de las drogas” y para aplicar las penas más duras estipuladas por el sistema contra sus contrabandistas y promotores, recoge Al Arabiya.
A su vez, el director general de Asuntos Consulares de la Cancillería iraní, Karimi Shasti, “protestó enérgicamente por esta acción”. El alto funcionario señaló que “estas personas habían sido condenadas a muerte por el sistema judicial saudita hacía varios años por cargos de tráfico de drogas y que, durante ese tiempo, el Ministerio de Asuntos Exteriores iraní había trabajado constantemente para prestarles servicios consulares y solicitar la conmutación de sus penas”.
En este sentido, Shasti “subrayó que llevar a cabo estas ejecuciones sin notificación previa a la Embajada iraní es totalmente inaceptable y viola los principios del derecho internacional, incluida la Convención sobre Relaciones Consulares”.
“El embajador saudí en Teherán ha sido convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se le transmitió formalmente la enérgica protesta de Irán y se señaló la incoherencia de esta acción con el conjunto de la cooperación judicial entre ambos países. También se destacó la necesidad de una explicación sobre este asunto”, reza el comunicado de la Cancillería del país persa.
Además, se señala que una delegación jurídico-consular del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán viajará a Riad para aclarar la situación.
No es la primera vez que se producen tensiones entre Teherán y Riad. Las relaciones diplomáticas entre ambos países incluso llegaron a romperse entre 2016 y 2023.
El motivo del deterioro del diálogo en enero de 2016 fue la ejecución del prominente clérigo chiita Nimr al Nimr en Arabia Saudita. Posteriormente, Riad rompió lazos con Teherán después de que manifestantes atacaran su Embajada en la capital iraní.
