Sin la involucración directa de países occidentales, Ucrania no habría podido lanzar misiles de largo alcance, dijo el canciller ruso.
El líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, “se asustó” tras el lanzamiento del novedoso misil ruso de alcance intermedio Oréshnik, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
En relación a los ataques con misiles de largo alcance ATACMS y Storm Shadow, de producción estadounidense, y británica, respectivamente, el canciller ruso aseveró que, sin la implicación de Occidente, “ninguno de esos misiles habría llegado a ninguna parte”.
“En cuanto a la reacción a nuestra respuesta, según tengo entendido, Zelenski se asustó y empezó a acusar a sus amos de dejarle desarmado ante semejante acción por parte de la Federación Rusa. Probablemente, este es un resultado útil, porque estar más cerca de la realidad, sentirla en tu propia piel, ya es útil”, expresó el jefe de la diplomacia rusa.
Con respecto a lo que se puede esperar de la Administración saliente del presidente estadounidense, Joe Biden, Lavrov destacó que en su decisión de “dejar a los británicos y los franceses usar Storm Shadow y SCALP” hay “un elemento de dejar un legado tan malo como sea posible para la próxima Administración”.
«No descarto que este deseo de, perdónenme mi jerga, “fastidiar” se manifieste también en las condiciones actuales”, opinó el canciller ruso.
El jueves, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que Rusia lanzó un ataque contra un objetivo ucraniano con un nuevo misil de alcance intermedio, en respuesta a los ataques de Ucrania contra el territorio ruso internacionalmente reconocido.
“Se probó en condiciones de combate uno de los sistemas rusos de misiles de alcance intermedio más novedosos. En este caso, con un misil balístico en un equipo hipersónico no nuclear”, anunció Putin agregando que el misil ha sido denominado Oréshnik. A continuación, el mandatario ruso aclaró que el ataque fue realizado en respuesta al uso de armas estadounidenses y británicas de largo alcance.