Israel no es la “gran potencia militar de Medio Oriente” esa idea es parte de una campaña propagandítica sin ningún fundamento. Israel sólo pone las tropas que Estados Unidos tendría que desplegar en el actual conflicto con Palestina, Líbano e Irán.
Israel es lo que en Derecho Internacional se conoce como Estados exiguos, categorización determinada por el tamaño geográfico de una país. Israel tiene 26 mil kilómetros cuadrados de extensión, una superficie un poco mayor que la de El Salvador (21 mil km2), la magnitud geográfica es determinante en la configuración de los niveles de poder de un país, aunque no lo único.
Israel tiene, 7.5 millones de habitantes judíos (oficialmente; en la realidad son menos pues, en el último año, más de medio millón de judíos han retornado a sus países de origen; después del último ataque de Irán, es de suponer que otro número largo tomará la ruta del retorno). En ese exiguo territorio no hay minerales, apenas se dispone de suficiente tierra fértil, el agua es un bien sumamente escaso y, lo peor, eso lo deben compartir con ocho millones de palestinos.
Dejados a sus propias posibilidades, en Israel apenas tendrían para mal comer. Es el diluvio de fondos externos lo que les permite mantenerse vivos con respiración asistida. Dicho de otro modo, Israel es un país artificial, que existe por la masiva ayuda externa.
Los recursos que recibe Israel provienen de Alemania. En 1952 fue firmado el Acuerdo de Luxemburgo, por el cual, además de establecerse relaciones diplomáticas, se acordaron los pagos de reparación alemanes a Israel. Desde entonces y hasta 2021 los pagos de Alemania a Israel habían ascendido a más de 80 mil millones de euros. Al margen de esos pagos directos, Alemania quedó comprometida a proporcionar asistencia económica y técnica a Israel para fines múltiples, entre ellos, fortalecerlo militarmente. Los submarinos que posee el régimen sionista israelí han sido todos donados por Alemania, que, en el presente, está comprometida a donar otros tres submarinos, mucho más modernos cuyo costo es de 3 mil 500 millones de dólares cada uno.
De Estados Unidos, desde 1948 Israel ha recibido 330 mil millones de dólares, sólo en asistencia militar. Israel es, con absoluta diferencia, el mayor receptor del mundo de “ayuda” exterior estadounidense. Cada año, Israel recibe más de 3 mil millones de dólares en asistencia militar de Estados Unidos, como aporte fijo, al margen de la “ayuda” que recibe en casos de emergencia.
Recientemente, el Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de ayuda exterior por un monto de 95 mil millones de dólares, de los cuales 14 mil millones serán para Israel. Según The Times of Israel, alrededor de 5 mil 200 millones se destinarán a sistemas antimisiles y otras amenazas aéreas. Otros 4 mil millones se utilizarían para adquirir sistemas antimisiles de corto alcance para el sistema de defensa antimisiles “Cúpula de hierro”.
Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha recibido apoyo militar masivo de Estados Unidos, en toda su amplia gama. Para diciembre de ese año, Estados Unidos había enviado 230 aviones de carga y 20 barcos con armas y equipo militar, bombas, municiones, proyectiles de artillería, misiles guiados de precisión;; además del apoyo militar recibido por los países aliados de Estados Unidos.
Israel es entonces, un apéndice de Estados Unidos, no una gran potencia militar. Israel para Estados Unidos es el portaviones terrestre en la región del petróleo y del gas. Israel es un adminículo que utiliza Estados Unidos para conseguir sus intereses en Mecio Oriente; pero, Israel sin Estados Unidos detrás, delante, abajo y arriba, Israel es un caniche ladrando a un león.