Las personas que comen habitualmente carne roja procesada, como salchichas, tocino, salchichón, salami y mortadela, tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia en etapas posteriores de su vida, es la conclusión de un estudio preliminar recientemente presentado en el Congreso Internacional de la Alzheimer’s Association.
El estudio realizó un seguimiento de más de 130 mil adultos en Estados Unidos durante 43 años. Durante ese periodo, 11 mil 173 personas desarrollaron demencia. Quien consumía unas dos raciones de carne roja procesada a la semana tuvo un 14 % más de riesgo de desarrollar demencia que quien comía menos de tres raciones al mes.
Comer carne roja no procesada, como filetes o chuletas de cerdo, no aumentó significativamente el riesgo de demencia, aunque las personas que la comían todos los días eran más propensas a declarar que sentían que su cognición había disminuido contra quienes comían carne roja con menos frecuencia.
La gran mayoría de las carnes procesadas se clasifican como alimentos ultraprocesados, es decir, productos elaborados con ingredientes que no se encontrarían en una cocina casera, como proteína de soya, jarabe de maíz de alta fructosa, almidones modificados, saborizantes o aditivos de color.
Muchos de estos alimentos también tienen altos niveles de azúcar, grasa o sodio, que desde hace tiempo se sabe que afectan a la salud. Se incluyen refrescos, yogures de sabores, sopas instantáneas y la mayoría de los cereales para el desayuno, constituyen una gran parte de la dieta estadounidense. En promedio, representan el 58 % de las calorías consumidas por niños y adultos.
Varios estudios publicados en los últimos años, aunque muestran una asociación entre los alimentos ultraprocesados y la salud cerebral, no pueden demostrar que dañen directamente el cerebro.
De acuerdo al diario estadounidense The New York Times, las teorías de los expertos de cómo pueden afectar los alimentos ultraprocesados a la salud cerebral, son las siguientes:
Teoría 1. Pueden Comprometer la Salud Cardiovascular. – Enfermedades crónicas como la hipertensión, la obesidad y la diabetes -todas ellas asociadas también al consumo de una dieta rica en alimentos ultraprocesados- repercuten en la salud de nuestros vasos sanguíneos.
Teoría 2. Desplazan a los Nutrientes Saludables. – Es posible que las dietas ricas en alimentos ultraprocesados sean malas para el cerebro en parte porque carecen de opciones más ricas desde el punto de vista nutricional. Si se consumen muchos alimentos ultraprocesados, significa que se consumen menos frutas y verduras frescas y otras opciones más saludables.
Teoría 3. Dañan las Células Cerebrales. – Se piensa que los alimentos ultraprocesados también son muy perjudiciales para el cerebro, porque investigaciones anteriores han demostrado que los compuestos nocivos de ciertos alimentos -especialmente los ricos en azúcares añadidos o grasas animales, o los cocinados a temperaturas muy altas, como la fritura- pueden dañar las células cerebrales.
En lugar de eliminar todos los alimentos ultraprocesados de la dieta, que la denominan una receta para el fracaso, hay que centrarse en reducir algunos de los peores y sustituirlos por opciones más sanas.
Los expertos sugieren el consumo de alimentos ultraprocesados y empiecen bajando el consumo de bebidas azucaradas como los refrescos y sustituyéndolas por agua o té helado sin azúcar o ligeramente azucarado, cambiar las carnes rojas procesadas por otras fuentes de proteínas como pescado, pollo, alubias, lentejas y frutos secos y añadir más alimentos no procesados ricos en fibra, como frutas, verduras, leguminosas y cereales integrales.