El 21 de agosto, la página digital de la revista “buzos” publicó una nota que tituló así: <<Publica Esténtor segunda parte de la colección “Antorcha Dice…>>, en la que se dice: “Se trata de una serie de libros que recopilan artículos escritos por el líder nacional del Movimiento Antorchista Aquiles Córdova Morán. La segunda entrega abarca los tomos VI al X (…) cuyos textos fueron escritos entre 2000 y 2009, una etapa crucial tanto para la organización como para la política nacional e internacional”.
En efecto, como lo saben todos aquellos que de alguna forma hayan seguido la historia de luchas del Movimiento Antorchista Nacional, el Maestro Aquiles Córdova Morán ha sido un periodista serio que ha documentado, a lo largo de 50 años, todas las denuncias y los logros de nuestra organización mediante sus artículos de opinión semanales para la prensa nacional y local, sus artículos para la revista “buzos” a partir del año 2000 y sus mensajes videograbados durante los años más duros de la pandemia, es decir del 2020 al 2022 (publicados ya en tres tomos titulados “Los puntos sobre las íes”), así como por conferencias ante miles de colonos, campesinos, maestros, obreros, estudiantes e intelectuales en ciencias naturales y sociales, como por pláticas con sus amigos y conocidos.
Desde hace muchos años, Editorial Esténtor se propuso la tarea, que le agradecemos infinitamente, de juntar cada uno de los artículos de nuestro líder nacional y publicarlos en libros llamados “Antorcha dice…”. En el año 2022, como parte de su labor para invitar a que los mexicanos conozcan los motivos de la lucha de Antorcha, la Editorial publicó una colección de lujo de los primeros cinco tomos. Ahora, edita y pone en circulación la segunda parte de lujo de tomos, que van del 6 al 10 y que, como dice la nota de “buzos”, abarca los artículos publicados del año 2000 al año 2009, es decir, a nivel nacional durante los gobiernos de los panistas Vicente Fox y la primera parte del sexenio de Felipe Calderón.
Durante esos años, la vida de Antorcha se tornó complicada: de por sí en varios estados había una política de persecución o de liquidación con los gobiernos priistas, como en el Estado de México, o perredistas, como el de Andrés Manuel López Obrador, en la CDMX, que desató una represión brutal contra la dirigencia, contra los colonos y nos quitó edificios de bachilleratos de forma ilegal; a eso se sumaba el triunfo de la derecha recalcitrante a nivel nacional con el empresario Vicente Fox Quesada, muy amigo del presidente de Estados Unidos, George Bush, y muy enemigo del gobierno cubano de Fidel Castro, a quien le ordenó, durante un evento en México, el tristemente célebre “comes y te vas”, porque no quería que el presidente estadounidense se molestara por su presencia. El panismo ultraderechista de Vicente Fox, igual que el del ahora morenista Andrés Manuel López Obrador, se impuso la tarea de exterminar a nuestra organización, política en la que tuvo mucho que ver el panismo de Sonora y el de Querétaro, quienes encarcelaron a los líderes sociales o a los jóvenes estudiantes que pedían soluciones a sus demandas, o como el asesinato del joven Jorge Obispo Hernández, en la casa del Ing. Aquiles Córdova Morán el día del triunfo electoral de Felipe Calderón, como un mensaje para el antorchismo nacional.
También narra el plantón, de 2009, contra el gobierno de Mario Marín Torres, mismo que duró poco más de 9 meses, que tuvo marchas gigantescas en la capital del estado y que fue aplaudido por los poblanos progresistas, porque el gobernador se convirtió en un enemigo del pueblo que lo llevó al poder. Al final, Marín tuvo que ceder ante la presión popular. Y tras la dura lucha, Antorcha comenzó una etapa de crecimiento acelerado y se convirtió en la organización más importante del estado. Hoy lo sigue siendo, pese a los intentos del PAN y de Morena de liquidarla.
La colección de lujo “Antorcha dice…”, de los tomos 6 al 10, narra cada uno de los problemas que nuestra organización tuvo que sortear durante esos años de inicio de siglo. Pero quiero destacar que narra también los inicios del primer gobierno antorchista en el Estado de México. En las elecciones de junio del año 2000, el biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez ganó con amplia ventaja las elecciones de ese importante municipio que, según recuerdo, en ese entonces tenía un total de unos 750 mil habitantes. Chimalhuacán era una gran ciudad dormitorio, empobrecida y con graves problemas sociales porque estaba gobernador por el cacicazgo de Guadalupe Buendía Torres, alias “La Loba”, quien se beneficiaba económicamente imponiendo a presidentes municipales y a casi todos los funcionarios públicos.
De manera que el triunfo de Antorcha la encolerizó y el 18 de agosto de ese año, día de la toma de protesta del presidente municipal antorchista, maquinó una masacre contra los antorchistas: 10 muertos y más de 90 heridos de bala, algunos activistas de varios estados y muchos ciudadanos del lugar. El pueblo de Chimalhuacán pagó con sangre su triunfo sobre los caciques y el inicio de su camino al progreso acelerado bajo el liderazgo del muy trabajador biólogo Tolentino y del Proyecto Nuevo Chimalhuacán. Durante 21 años, a ese municipio del oriente mexiquense lo gobernó nuestra organización y lo sacó del atraso en el que se encontraba. El gobierno antorchista y la lucha del pueblo trabajador lograron construir viviendas para los pobres, pavimentar una calle por día en el municipio, construir varios teatros, casas de la cultura, auditorios, unidades deportivas, complejos con albercas olímpicas, un complejo de seguridad, varias escuelas de todos los niveles educativos y universidades. Se hizo eso y más, que no caben en un artículo tan pequeño y, quizá, ni en un libro. Este domingo 1° de septiembre, Antorcha conmemorará el aniversario 36 de la lucha en Chimalhuacán. Será un gran evento, porque hay motivos para festejar.
Estas son, pues, algunas razones para comprar, leer y estudiar, la nueva colección del “Antorcha Dice…”, una colección de artículos periodísticos del Maestro Aquiles Córdova Morán, en la que usted encontrará parte de la historia de nuestra organización. Por lo tanto, invito a todos a que compren los libros y los estudien, los subrayen, los transcriban y los analicen. Es necesario y urgente. Invito a eso a los activistas, sobre todo a los más jóvenes que no vivieron estos hechos por su juventud, a los plenistas obreros, populares y campesinos, para que refuercen sus conocimientos sobre nuestra organización y se conviertan en agitadores antes las masas (lo cual nos daría una fuerza aún mayor en todo el país, superior a la de la prensa y las redes sociales), y a los estudiantes, porque su rebeldía juvenil, sumada a una ideología clara, puede lograr que la masa universitaria se sume a la lucha popular que solo tiene un objetivo: tomar el poder político del país y hacer cambios radicales en beneficio de las masas trabajadoras.