La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha un Plan Estratégico Mundial de Preparación y Respuesta (en inglés) para detener los brotes de transmisión de persona a persona de la viruela símica (mpox) mediante esfuerzos coordinados a nivel mundial, regional y nacional. Este plan llega después de que, el 14 de agosto, el Director General de la OMS declarara una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El plan actual, del que se informó a los Estados Miembros el viernes 23 de agosto, está sujeto a las aportaciones que estos puedan hacer.
El plan abarca el período de seis meses que va de septiembre de 2024 a febrero de 2025, y contempla unas necesidades de financiación por valor de USD 135 millones para la respuesta de la OMS, los Estados Miembros, los asociados, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de África (CDC de África), las comunidades y los investigadores, entre otros.
El plan, basado en las recomendaciones temporales y en las recomendaciones permanentes emitidas por el Director General de la OMS, se centra en aplicar estrategias integrales de vigilancia, prevención, disposición operativa y respuesta, promover la investigación y el acceso equitativo a contramedidas médicas, como pruebas diagnósticas y vacunas, reducir al mínimo la transmisión de animales a seres humanos y empoderar a las comunidades para que participen activamente en la prevención y el control de los brotes.
Las iniciativas estratégicas de vacunación se centrarán en las personas en situación de mayor riesgo, incluidos los contactos estrechos de casos recientes y los trabajadores de la salud, con el objetivo de interrumpir las cadenas de transmisión.
A nivel mundial, se hace hincapié en un liderazgo estratégico, unas orientaciones oportunas basadas en la evidencia y el acceso a contramedidas médicas para los grupos de mayor riesgo en los países afectados.
