El ministro ruso de Asuntos Exteriores afirmó que el atentado contra los gasoductos Nord Stream fue cometido con la participación de Washington y debe ser investigado abiertamente.
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, afirmó que Alemania debe estar avergonzada por su silencio sobre la explosión de los gasoductos Nord Stream, que privó al país europeo de la base que le proporcionaba prosperidad energética y económica a largo plazo.
“Es vergonzoso que Alemania se limite a aceptar en silencio la forma en que se le ha privado de la base para su prosperidad energética y económica a largo plazo, que ha sido la clave de su desarrollo durante muchas décadas en forma de suministros de gas ruso a precios razonables. Alemania se lo tragó en silencio, sin hacer ningún comentario”, aseveró Lavrov.
Además, el ministro subrayó que las autoridades alemanas deben proporcionar a Rusia y a la comunidad internacional los resultados de la investigación del atentado contra los gasoductos rusos. “Alemania debe responder a todas las preguntas. En primer lugar, deben dejar de negarse categóricamente a presentar los hechos que han podido descubrir”, afirmó Lavrov, agregando que el hecho de que la información sobre la explosión no se facilite a Rusia, pero aparezca en medios alemanes y estadounidenses, sugiere que “todo esto es un montaje”.
Según el canciller ruso, los intentos de Occidente para culpar a “un grupo de oficiales ebrios” al contar que, junto con empresarios que bebían con ellos, contrataron a alguien o decidieron aprender a bucear ellos mismos”, no son “serios”. «Incluso si algunas de las personas mencionadas en la prensa alemana, que son ucranianas, estuvieran de alguna manera implicadas en esto, está claro que no podrían haberlo realizado solos”, aseguró Lavrov. En ese sentido destacó que para llevar a cabo “semejante atentado terrorista” hizo falta una orden desde Washington.
Dos potentes explosiones se registraron el 26 de septiembre de 2022 en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, quedando ambas infraestructuras inutilizadas. Investigaciones de países occidentales no han establecido la autoría concreta de lo que ha sido descrito como el mayor acto terrorista industrial de la historia.
La semana pasada The Wall Street Journal, citando varias fuentes, informó que el líder del régimen de Kiev, Vladímir Zelenski, aprobó en un primer momento el plan para hacer estallar los gasoductos, pero finalmente ordenó abortar la operación, después de que así lo aconsejara la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhny, le habría desobedecido. Por su parte, Zaluzhny, actual embajador de Ucrania en el Reino Unido, calificó estas informaciones de “mera provocación”.