La propia Ucrania se negó a negociar, y lo hizo públicamente por orden directa de Londres, y por tanto también de Washington, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin, el jueves al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
“Rusia nunca se ha negado y ahora está dispuesta a continuar las conversaciones de paz. Fue Ucrania la que se negó a negociar, y lo hizo públicamente por orden directa de Londres”, afirmó. Señaló además que los acuerdos de Estambul “no han ido a ninguna parte”, fueron rubricados por el jefe de la delegación negociadora ucraniana de ese entonces y siguen “sobre la mesa”, añadiendo que pueden servir de base para continuar las conversaciones.
“Los acuerdos de Estambul, gracias al presidente de la República de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, que participó en esta labor como mediador, no han ido a ninguna parte, fueron rubricados por el jefe de la delegación negociadora ucraniana, lo que significa que, al parecer, fueron bastante satisfactorios para Ucrania”, dijo.
Putin también expresó su gratitud a los países de la OCS por sus esfuerzos en la resolución de la crisis ucraniana, la que asegura surgió como consecuencia del “comportamiento absolutamente impertinente de Estados Unidos y sus satélites”.
Moscú ha señalado en más de una ocasión que está dispuesta a negociar. Putin aseguró que el plan que Rusia preparó para solucionar el conflicto en torno a Ucrania permitirá terminar de inmediato los combates y pasar a la fase de negociaciones.
La propuesta de paz expuesta el mes pasado por Putin contempla que Kiev retire completamente sus tropas de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk y de las provincias de Zaporozhie y Jersón (incorporadas a Rusia después de consultas populares en 2022) y reconozca estos territorios, así como Crimea y Sebastopol, como sujetos de la Federación Rusa. Además, debe garantizarse la neutralidad, la no alineación, así como la desnuclearización, desmilitarización y desnazificación de Ucrania.
En noviembre de 2023, el negociador ucraniano David Arajamia confirmó en una entrevista al canal 1+1 que Kiev fue disuadido de aceptar los términos del acuerdo por sus socios occidentales, y más concretamente por el entonces primer ministro británico Boris Johnson.
El 29 de marzo de 2022 se celebraron en Estambul conversaciones entre Rusia y Ucrania, en las que las partes elaboraron condiciones y principios preliminares para un alto el fuego y un posterior acuerdo pacífico.
El paquete de acuerdos incluía el estatus neutral de Ucrania: negativa a entrar en la OTAN, a estacionar tropas extranjeras en su territorio, a desarrollar armas nucleares y a realizar maniobras militares sólo con el consentimiento de los países garantes. A cambio, Kiev contaba con garantías internacionales de seguridad.