Por Eleusis Reyes
Quiero compartirles mi opinión sobre por qué es importante que leamos textos que nos ayuden a conocer la realidad desde la forma en que es menos obvia. Para eso les comparto dos párrafos de un discurso de una excandidata a diputada local en el estado de Guerrero, quien no ganó porque el partido en el poder usó todos su arsenal estatal para evitarlo.
Ella es una mujer humilde, de piel quemada como la inmensa mayoría de los habitantes de la costa, vive en una casa modesta con precariedades y, claro, como todo el pueblo, trabaja con la fuerza de su espalda para poder comer. Lupita, se llama.
Son estos párrafos: “Guerrero, tierra de tradiciones y riqueza cultural, ha sido testigo de innumerables desafíos y luchas a lo largo de los años, sin embargo, a pesar de nuestros esfuerzos individuales, las personas continuamos viviendo en la pobreza, enfrentando carencias básicas y luchando por sobrevivir día a día. ¿Acaso es justo que, en un estado tan rico en recursos naturales y humanos, tantos de nuestros hermanos y hermanas sigan siendo marginados y olvidados por aquellos que supuestamente nos representan?
Imaginen un Congreso Local donde las voces de los campesinos, los obreros, los indígenas, las mujeres, los jóvenes y todos aquellos que han sido históricamente marginados, sean escuchadas y tomadas en cuenta en cada decisión. Imaginen políticos que no estén desconectados de la realidad cotidiana de nuestro pueblo, sino que caminen junto a ellos, comprendiendo sus necesidades y luchando por sus derechos”.
No hace falta decir la pasión con la que habló, porque coincido en esos sentimientos, esos dos párrafos son muestra que tenemos a gente que es propositiva. Sin embargo, no creo que solo sean los buenos sentimientos los que vayan a cambiar las cosas. El ejemplo más clásico (tal vez) en la literatura es Sancho Panza, que gobernó la ínsula de Barataria con inteligencia y bondad, reconocido como el mejor gobernante. Mas Sancho, no gobernó con bondad solamente o sentido común.
Don Quijote que conocía de las más grandes hazañas de los caballeros, tenía la idea de hacer justicia en el mundo, justamente se convenció leyendo, leyendo y leyendo. Esto se lo transmitió a Sancho, le enseñó, lo educó y lo hizo un hombre preocupado por la gente de a pie, lo que le permitió ser el gobernante popular de la ínsula de Barataria que fue.
Muchas lecciones podemos encontrar en El Quijote y una de las más valiosas es que, a través de la lectura, podemos entender más profundamente los fenómenos y si ese fenómeno es la injusticia, cómo combatirla.
Las palabras de Lupita, a pesar de tener buenos sentimientos, siguen siendo como las palabras de Sancho en los primeros capítulos. Por eso, me sumo a todos los que han dicho hasta ahora que leer (cosas que nos sirvan a la clase trabajadora) es un medio necesario para estudiar los fenómenos malignos y cambiarlos por algo mejor.
Novelas, textos científicos, postulados filosóficos, artículos sobre economía, cuentos, poesía, dramaturgia, hay tantas cosas que nos pueden servir, pero hay que darle oportunidad.
Me queda claro, no soy incauto, que la gente humilde tiene poco tiempo de esparcimiento porque trabaja mucho, no tiene ganas de leer una novela de cientos de páginas llegando a casa, lo que quiere es descansar, y con tanta razón, pero no está de más decirlo para los que puedan hacerlo.
Podemos empezar a conocer textos que nos ayuden a entender dónde surgen los problemas de hambre, de falta de salud, de vivienda y más broncas de la clase trabajadora, eso nos sirve más ahora. Puede ser la revista semanal buzos de la noticia que contiene muchos textos interesantes, desde artículos sobre ciencia y tecnología hasta textos sobre filosofía y más, o si lo prefieren, textos más extensos como, los libros del Ing. Aquiles Córdova Morán, si les gusta el arte y cultura hay unos para ustedes, si quieren conocer sobre la crisis del capitalismo hay uno para ustedes, si quieren conocer sobre el proceso de López Obrador para hacerse del poder hay un libro para ustedes, si quieren conocer las intenciones que tuvo el mismo López y sus resultados, ya lo podrán hacer.
No es el único autor que puede verter ideas propositivas para la clase trabajadora, pero es de los pocos que lo hacen desde el punto de vista del materialismo histórico, que ha demostrado en repetidas ocasiones que es el método que le sirve a la clase trabajadora.
No soy un lector empedernido y no podré hablarles de tanto, pero lo que digo de Lupita es no es para denostar, sino para ejemplificar que el pueblo debe estar más preparado para gobernar y desfacer agravios, porque no bastan sus buenos deseos. Pueden empezar conociendo los textos del Ing. Aquiles Córdova Morán, líder histórico del pueblo organizado de México, que les ayudarán a estudiar lo menos obvio de la realidad, los asuntos económicos y sociales que con el sentido común no son tan fáciles de entender, pero si empezamos como sugiero, pronto y necesariamente lo harán de raíz y no sólo explicar las cosas con un suspiro y un “ta cabrón”.