Ucrania se enfrenta a una crisis de liquidez y podría verse obligada a incurrir en la cesación de pagos ante sus enormes deudas el próximo mes, si no consigue negociar un acuerdo de reestructuración con sus acreedores.
En febrero de 2022, los tenedores de bonos le permitieron a Ucrania suspender los pagos de la deuda por dos años en vista del conflicto con Rusia. Sin embargo, este acuerdo expira el 1 de agosto, el trato representa el 15 % del PIB anual de Ucrania, lo que significa que, si se hubieran exigido los pagos, habría sido el segundo mayor gasto del país después de la defensa.
El conflicto con Rusia ha asestado un duro golpe a la economía ucraniana, que se ha contraído una cuarta parte desde el inicio de las hostilidades, mientras que el banco central está acabando con las reservas de divisas del país. La ratio de deuda sobre el PIB se acercará al 94 % a finales de este año, a pesar del apoyo de los aliados de Occidente, que se presenta, entrega en armas para la guerra y no en efectivo.
Ucrania puede declararse insolvente aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) está dispuesto a negociar un plan de condonación de la deuda, pero es improbable que se alcance en el tiempo disponible.
El mes pasado, el Gobierno ucraniano no logró llegar a un acuerdo con un grupo de inversores sobre la reestructuración de unos 20 mil millones de dólares de su deuda internacional. Kiev pretendía reducir sus obligaciones en el 60 % de su valor actual, pero los acreedores se negaron afirmando que el 22 % era “más razonable”. Sin embargo, el FMI asegura que incluso con un arreglo “tan drástico” como el que propone Ucrania, el país apenas podría sobrevivir.
Según el medio, Ucrania ahora solo tiene dos opciones: conseguir una prórroga de la suspensión de pagos hasta 2027 o declararse insolvente. Es difícil que los pagos ucranianos se reanuden lo que ocasionaría una desconfianza de los inversionistas privados y eso significa un desastre para la recuperación economica de Ucrania.