El presidente estadounidense, Joe Biden, ha firmado una orden ejecutiva que establece un umbral de 2,500 cruces diarios de migrantes que solicitan asilo para que la frontera con México se cierre temporalmente. La medida entrará en vigor de inmediato y se reabrirá cuando el promedio de llegadas diarias descienda a 1,500.
La frontera se cerrará para los migrantes que solicitan asilo después de cruzar fuera de los puertos de entrada si las llegadas diarias promedio en los últimos siete días superan los 2,500.
Habrá excepciones para proteger a víctimas de tortura y garantizar los derechos de quienes buscan refugio, incluyendo a menores migrantes que viajan solos, familias con niños y solicitantes con citas agendadas en la app CBP One.
La medida entrará en vigor de forma inmediata debido a que el promedio semanal de cruces irregulares en la frontera sur supera los 2,500.
El umbral para superar la entrevista de miedo creíble se elevará, facilitando las expulsiones expeditas.
Quienes ingresen de manera irregular y no acrediten miedo creíble serán expulsados inmediatamente y se les prohibirá el reingreso por cinco años.
Organizaciones defensoras de los derechos de migrantes han cuestionado la medida, argumentando que no disuadirá a los migrantes de intentar ingresar de manera irregular y pone en riesgo sus vidas.
El sindicato de la Patrulla Fronteriza (CBP) ha apoyado el paquete de seguridad de la frontera, que incluye la contratación de 1,500 agentes de inmigración y jueces.
Los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional están conscientes de que la orden ejecutiva podría ser impugnada en los tribunales.
La medida es parte de una serie de medidas implementadas por Biden para atajar la crisis migratoria, incluyendo la expulsión de migrantes con antecedentes criminales y la creación de una alianza con México para reducir los cruces irregulares.