La inteligencia militar ucraniana tiene “implicaciones directas” en el atentado terrorista perpetrado el 22 de marzo en la sala de conciertos Crocus City Hall, en la provincia rusa de Moscú, declaró el jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexánder Bórtnikov.
Según explicó Bórtnikov, el objetivo de Kiev era dañar las relaciones de Moscú con los países de la Comunidad de Estados Independientes usando el factor religioso y nacional.
Asimismo, precisó que ya han sido detenidas más de 20 personas en relación con el acto terrorista que costó la vida a 145 personas.
El funcionario señaló que la preparación, la financiación, el ataque mismo y la huida de los terroristas fueron coordinados a través de Internet por los miembros de la filial del Estado Islámico en Afganistán, conocida como “ISIS-Khorasan”
Bórtnikov agregó que la investigación sigue en curso y prometió que “todas las circunstancias del crimen serán aclaradas y ninguno de los responsables escapará del castigo”.