El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que la actividad económica fuerte, los volúmenes de exportación de petróleo y otros factores más explican el ajuste en pronóstico de crecimiento de Rusia para este año y el próximo.
“Lo que hemos estado pronosticando para Rusia es realmente un crecimiento este año, y también hemos visto un crecimiento bastante fuerte el año pasado, que se explicó por la actividad económica se ha mantenido sólida porque los volúmenes de exportación de petróleo se mantuvieron mientras los precios eran altos”, dijo Alfred Kammer, director del departamento europeo del FMI.
El organismo internacional pronosticó que Rusia crecerá este año 3,2%, mientras que en enero estimaba que tendría un crecimiento de 2,6 %. Para el 2025, el FMI prevé que Rusia crecerá 1,8 %, mientras que la estimación previa situaba la cifra en 1,1%.
De acuerdo con Alfred Kammer, se apreció un repunte del consumo, al tiempo que los mercados laborales son fuertes y los salarios reales han ido aumentando.
“Una gran parte de ese aumento del PIB se explicó en realidad por un auge de la inversión que reflejaron las empresas estatales, incluidas las inversiones en cuestiones relacionadas con la seguridad y la defensa”, señaló.
“También lo que vimos es un aumento de la inversión para la sustitución de importaciones”, añadió el directivo del FMI, quien aseguró que, si bien “no hay mucho apoyo del lado fiscal”, si lo hubo y la mayor parte del apoyo fiscal se prestó a la seguridad y la defensa.
“Esto explica también la mejora de nuestras cifras para Rusia en 2023 y las perspectivas de crecimiento para este año”, dijo Kammer, quien aclaró que se trata de una proyección a corto plazo.
En cuanto a eventual la confiscación de los activos de Rusia por parte de países occidentales, Kammer dijo es algo que deben determinar y decidir las jurisdicciones y tribunales pertinentes.
“Nuestro director gerente subrayó recientemente que hay que tener cuidado con las consecuencias imprevistas de estos impactos”, afirmó el directivo.