Las guerras son costosas. El costo de la guerra de Kiev contra las poblaciones rusoparlantes de Ucrania lo están pagando principalmente los europeos mientras que el de la guerra contra los árabes de Palestina lo están pagando los estadounidenses. En regiones diferentes del mundo, esos gastos están al servicio de una misma estrategia, la estrategia de dominación global de los anglosajones.
La guerra de la OTAN en Ucrania implica gastos militares cada vez mas grandes. Según los datos oficiales, el gasto de Italia en el sector militar, que en 2019 fue de 21 mil millones de euros–, sobrepasó 30 mil millones en 2023, lo cual representa un promedio de 80 millones de euros cada día, en dinero proveniente de los fondos públicos y, por consiguiente, sustraído a los gastos sociales.
Pero, según el compromiso contraído como Estado miembro de la OTAN, Italia todavía tendrá que incrementar ese gasto hasta alcanzar los 100 millones de euros diarios. El hecho es que desde 2014, los gastos militares de la parte de Europa que pertenece a la OTAN han aumentado vertiginosamente y ha sobrepasado el nivel de la última fase de la guerra fría.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, subraya que los miembros de esa alianza bélica: “están aportando a Ucrania ayudas militares y financieras sin precedentes”. Seguidamente señala que “Francia enviará rápidamente más cañones Caesar y varios aliados se han sumado a la iniciativa de la República Checa de conseguir 800 mil proyectiles de artillería adicionales”. Italia, que ya ha entregado a Kiev piezas de artillería pesada, también participa en la adquisición de esos 800 mil proyectiles de artillería extras… por supuesto, con fondos públicos, o sea con el dinero que aportan los ciudadanos italianos.
Otro sobrecosto que asumimos los contribuyentes italianos viene del hecho que Italia es copartícipe en los gastos de las bases militares USA-OTAN, que desempeñan, desde el territorio italiano, cometidos fundamentales en el apoyo a las operaciones bélicas en Ucrania y en el Medio Oriente.
El papel de Camp Darby, el mayor depósito de armamento estadounidense fuera de Estados Unidos, reviste particular importancia. En estos días están llegando a Camp Darby, situada entre las ciudades italianas de Pisa y Livorno, nuevos y más potentes vehículos blindados que desde allí serán enviados a Ucrania, a través del puerto de Livorno.
Las bases Camp Darby, Sigonella y otras igualmente situadas en suelo italiano también sirven como centros de apoyo a las operaciones de guerra en el Medio Oriente, donde Estados Unidos sigue armando a Israel en el marco de un acuerdo firmado por ese pais con la administración del presidente Obama, quien tenía como vicepresidente al actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
Ese acuerdo, que estipula la entrega a Israel de armamento por un valor de 38 mil millones de dólares, incluye las bombas que el ejército israelí está utilizando en su operación de exterminio contra los palestinos de la franja de Gaza.
Con información de voltairenet.org
