Increíble, pero el 11 de marzo de 2020, hace cuatro años que la sociedad empezó a cerrarse.
Poco después del mediodía del 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró que el Covid o el coronavirus, entonces el término más popular, era una pandemia global. Las acciones se desplomaron por la tarde.
Esa noche, en el lapso de una hora, el Presidente Donald Trump pronunció un discurso en la Oficina Oval sobre Covid, Tom Hanks publicó en Instagram que tenía el virus y la NBA. anunció que había cancelado el resto de su temporada.
Era miércoles y miles de escuelas cerrarían al final de la semana. Los lugares de trabajo también cerraron. La gente se lavaba las manos con frecuencia y se tocaba los codos en lugar de darse la mano, aunque los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos, equivalentes a la Agencia Nacional de Salud Pública, continuaron desalentando el uso generalizado de mascarillas durante varias semanas más.
En esa fecha, había comenzado la peor pandemia en un siglo. El 11 de marzo, en el cuarto aniversario no oficial, de acuerdo al diario estadounidense The New York Times, publicó un análisis de la situación actual.
La cifra de muertes confirmada por Covid de más de siete millones de personas en todo el mundo, es terrible por sí sola y la cifra real es mucho peor. El total mundial se acercó a los 30 millones, según la revista inglesa The Economist.
La cifra incluyó tanto las muertes por Covid confirmadas como las no diagnosticadas, que han sido comunes en los países más pobres, los fallecimientos causados por interrupciones pandémicas, como citas perdidas con el médico que podrían haber prevenido otras enfermedades. El aislamiento de la pandemia también provocó una oleada de males sociales en Estados Unidos, incluido un aumento de las muertes por alcohol, drogas, accidentes automovilísticos y asesinatos.
A nivel mundial, el Covid se encuentra entre las peores causas de muerte desde 1900. Se estima que el SIDA, por ejemplo, ha matado a unos 40 millones de personas en medio siglo y no sólo en cuatro años. La gripe de 1918 mató a entre 20 y 50 millones de personas.
Entre los países de altos ingresos, Estados Unidos ha tenido uno de los costos de Covid más altos. La tasa excesiva de mortalidad, señaló un estudio realizado por Jennifer Nuzzo y Jorge Ledesma de la Universidad de Brown, en Providence, Estado de Rhode Island, fue mucho más alta que en Canadá, Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, Suecia, Dinamarca, Japón, Corea del Sur o Australia.
Además de las muertes por el virus, el Covid prolongado, que los científicos aún no comprenden, ha afectado a muchas personas.
A Estados Unidos le ha ido tan mal porque el sistema médico es disperso y excepcionalmente caro. Las pruebas de Covid fueron difíciles de encontrar y no protegió a muchos residentes en casas de ancianos, que eran vulnerables por la edad.
Sin embargo, el mayor problema de los últimos tres años ha sido el de las vacunas.
Al principio, muchos estadounidenses de bajos ingresos, así como negros y latinos, no podían encontrar vacunas fácilmente. La Administración Biden resolvió en gran medida estas brechas de acceso en 2021, pero entonces surgió un nuevo problema, que muchos, especialmente los conservadores políticos, se mostraron escépticos ante las vacunas a pesar de la abrumadora evidencia de su eficacia.
Hasta el día de hoy, más del 30 % de los identificados republicanos no han recibido la vacuna Covid, en comparación con menos del 10 % de los demócratas.
Una vez que las vacunas estuvieron disponibles, se abrió una enorme brecha partidista en las muertes por Covid. Incluso hoy en día, cuando la mayoría de los estadounidenses han tenido el virus y como resultado, tienen cierta inmunidad natural, las personas no vacunadas corren mucho más riesgo.
Alrededor del 95 % de las hospitalizaciones recientes relacionadas con Covid en los EU, se produjeron entre personas que no habían recibido una vacuna actualizada.
Para muchos jóvenes estadounidenses, el mayor costo de Covid proviene de los costos indirectos.
Los seres humanos somos criaturas sociales y la perturbación y el aislamiento de la pandemia crearon problemas de los que aún no nos hemos recuperado. Algunos de los males mencionados, como las muertes por vehículos y los asesinatos, han disminuido desde sus máximos de Covid, pero se mantienen por encima de sus niveles prepandémicos.
Uno de los mayores costos ha sido la pérdida de aprendizaje. Los estudiantes han comenzado a recuperar algunas de las pérdidas causadas por la pandemia debido al cierre prolongado de las escuelas, pero les queda un largo camino por recorrer.
Hace cuatro años, nuestro mundo cambió. Como sociedad, no estamos cerca de recuperarnos por completo.
El consejo de los expertos es que si es mayor de edad y no ha recibido una vacuna recientemente, hay que hacerlo. Hoy en día sigue siendo una enfermedad grave, similar a una versión más grave de la gripe.