Este 2 de marzo, el Maestro Aquiles Córdova Morán, líder nacional del Movimiento Antorchista, cumple 83 años de una vida de lucha social en favor de los pobres de México y, también, del mundo. Nació en Tecomatlán, Puebla, en 1941, cuando este pequeño municipio de la Mixteca poblana era gobernado por un grupo de caciques que explotaban a los campesinos. Sus padres fueron dos grandes seres humanos: el profesor Luis Córdova Reyes y doña Margarita Morán Veliz. A los 4 años, cuenta en un artículo publicado por la revista “buzos” el Doctor Brasil Acosta Peña, “aprendió a leer” y su “fama de lector corrió en Tecomatlán al grado de que al ir a la tienda le pedían que les leyera algún fragmento de periódico”.
Como don Miguel de Cervantes Saavedra, tiene el gran vicio de “leer todo lo que le caía en las manos; hasta los papeles tirados en el suelo”. Su biblioteca, que es la biblioteca de los antorchistas, dice él, es gigantesca y lo mejor de la ciencia, la historia y el pensamiento están incluidos ahí. Dicen los que saben que su lugar de trabajo está conformado por dos escritorios llenos de libros que “va a leer y a estudiar”, entre los que siempre hay un diccionario Larousse. Muchos antorchistas recuerdan una foto del Maestro Aquiles en donde disfruta de la lectura de un artículo en la revista “buzos” o una foto en la que está estudiando y tomando notas de “Hegel”, padre de la dialéctica, una biografía escrita por Jacques D´Hondt; en la foto se ve al Maestro Aquiles en su escritorio junto a libros como “El Capital”de Marx, Tomo II, o los “Fragmentos”, del primer filósofo dialéctico Heráclito; atrás de él, sus típicas libretas de apuntes de cubierta negra. En México y quizá en el mundo no hay mejor expositor que él de la teoría de Marx y de su libro cumbre: “El Capital”.
De niño también aprendió a declamar las poesías de los grandes genios literarios de la humanidad y siempre que la poesía refuerza la idea de su discurso declama versos o poesías completas en pláticas de comida con sus amigos, en reuniones de trabajo con sus compañeros, en estudios colectivos de economía o filosofía, en asambleas con estudiantes, colonos o campesinos y hasta en discursos ante más de 150 mil antorchistas.
La última conferencia del Maestro Aquiles a la que me tocó asistir fue el pasado domingo 21 de enero, en el Auditorio Metropolitano de Puebla. En ella expuso “La vigencia del pensamiento de Lenin a 100 años de su muerte”, que analiza la vida de Lenin de acuerdo con su época, con el desarrollo del capitalismo y con las luchas obreras en su país y el mundo en momentos tan cruciales como la Primera Guerra Mundial, una plática en la que analiza sus obras literarias más importantes y la dura lucha de los bolcheviques para tomar el poder en Rusia y convertir a la URSS en una potencia mundial. Dijo el Maestro Omar Carreón en una plática posterior: la burguesía ha querido “sepultar al partido de nuevo tipo [como el creado por Lenin], porque es el arma de clase del proletariado”. Fue una conferencia que me recordó las biografías de Marx y de Engels escritas por Lenin. Al final de la conferencia, el Consejero Político de la Embajada de Rusia, Serguei A. Parjómenko, le dijo al Canal 6 Tv: “Nos impresionó mucho la intervención del señor Aquiles Córdova Morán. Durante cuatro horas, muy detallado, muy factible, muy interesante. Sin duda, después de volver a Rusia voy a recordar esta conferencia como una de las más impresionantes de mi comisión de servicio en México. Hay que recordar el legado de Vladimir Ilich Lenin. Hay que pensar y reconsiderar lo que hizo este hombre, porque (…) nos dio el día laboral de 8 horas, la educación gratuita, nos dio la medicina gratuita y mucho más”. También dicen los que saben que en la Embajada China y en la Embajada Rusa, los embajadores leen los artículos semanales de nuestro líder. Hoy, 1° de marzo, gracias a una plática con el Ing. Homero Aguirre, vocero nacional de Antorcha, me enteré que la colección del “Antorcha dice…” ¡ya tiene 10 libros! con los artículos que nuestro líder escribe semanalmente para la prensa nacional, mismos que millones de mexicanos cada semana esperamos con ansias para leer, estudiar y memorizar, por su exactitud científica para analizar la realidad nacional e internacional, debido a que aplica un métido de análisis insuperable: el materialismo dialéctico e histórico. Esa colección de más tomos del “Antorcha dice…” es la novedad del mes de marzo de Editorial Esténtor. En enero la novedad literaria del maestro Aquiles fue el libro “La crisis terminal del capitalismo” y el año pasado publicó “De la esperanza a la decepción”, un libro que hace una crítica inteligente, integral, pero muy dura, contra el líder de Morena Andrés Manuel López Obrador.
Cursó sus estudios en Tecomatlán, siempre bajo al supervisión del gran maestro Luis Córdova Reyes, en la Escuela Práctica de Agricultura de Champusco y gracias a su excelencia académica ingresó a la Escuela Nacional de Agricultura, en donde culminó con sus estudios de Agronomía con especialidad en Industrias Agrícolas en 1967. Fue un alumno de honor. Y en aquella escuela se convirtió en un profesor muy respetado y querido por sus alumnos. A inicios de la década de 1970 lideró la lucha estudiantil para transformar a la escuela en la Universidad Autónoma Chapingo, con un plan de estudios progresista y una nueva forma de ingreso de los alumnos: ahora pueden ingresar los hijos de los campesinos pobres. El movimiento triunfó, pero el gobierno corrió, con las bayonetas del Ejército, a todos los líderes. En 1974, en Tecomatlán, formaron el primer grupo de Antorcha Campesina y se fueron a varios estados a iniciar la lucha en favor de las masas empobrecidas. Este año, Antorcha cumple 50 años de lucha, tiene una fuerza social importante en todos los estados, es el movimiento más grande del país y ha sobrevivido, por su fuerza de masas y su ideología, a varios problemas del mundo y de México: la caída de la URSS, la represión criminal desde el gobierno de la república antes del 2000, la llegada del PAN a la presidencia y, desde luego, la llegada de Morena. A pesar de todo, Antorcha “avanza, avanza y avanza”, como dijo Manuel Hernández Pasión. Es un movimiento que se ha hecho respetar y que tiene una idea firme: hay que tomar el poder político para que gobierne la gente pobre en beneficio de la gente pobre.
Mucho se puede decir del Maestro Aquiles Córdova y serán necesarias biografías sobre una vida de trabajo, de lucha, de estudio, de riesgos, como las que se han escrito sobre los grandes maestros de la lucha proletaria a nivel mundial. Porque el maestro Aquiles es de esos genios de la lucha proletaria, sin lugar a dudas. Los pobres de México, millones diría yo, conocen, quieren y siguen a Aquiles Córdova y por eso se han sumado y simpatizan con Antorcha. La tarea -tomar el poder y conservarlo- es complicada desde luego, pero es posible con una organización como la nuestra, que politice a los mexicanos con la ciencia del materialismo dialéctico e histórico y los ponga a luchar por sus derechos. El maestro Aquiles ya cimentó la base sobre la que descansa la organización. Nos toca, ahora, trabajar, organizar, educar y triunfar.
En sus “Fuentes y partes integrantes del marxismo”, Lenin escribió: “Y para vencer la resistencia de esas clases [caducas], sólo hay un medio: encontrar en la misma sociedad que nos rodea, educar y organizar para la lucha a las fuerzas que puedan -y por su situación social, deban- formar la fuerza capaz de barrer lo viejo y crear lo nuevo”.
Antier, 29 de febrero, el Maestro Aquiles encabezaba una reunión de suma importancia con la Dirección Nacional de la organización. Nos guió sobre lo que debemos hacer y cómo debemos hacerlo en el terreno financiero y en las luchas políticas inmediatas. Ayer, 1° de marzo, fui testigo de que durante la mañana atendió asuntos de trabajo en las oficinas de Antorcha en Tecomatlán. A punto de cumplir 83 años, Aquiles Córdova Morán sigue liderando y trajabando todos los días en favor del movimiento de masas más importante de este país. ¡Gracias por esta vida, maestro! ¡Gracias por este camino de lucha! ¡Gracias por el ejemplo! ¡Gracias por todo, querido Maestro Aquiles!