Funcionarios ucranianos están preocupados en torno a que los avances rusos registrados en las últimas semanas puedan cobrar un mayor impulso para el verano, según una persona familiarizada con su análisis consultada por Bloomberg.
“Las evaluaciones internas de la situación en el campo de batalla desde Kiev son cada vez más sombrías a medida que las fuerzas ucranianas luchan por mantener a raya los ataques rusos, al tiempo que racionan el número de proyectiles que pueden disparar”, publica la agencia estadounidense.
La forma en que las fuerzas rusas han tomado la iniciativa en el frente y la posterior caída de la ciudad de Avdéyevka y varios pueblos cercanos ha aumentado el pesimismo entre Ucrania y sus aliados, mientras Kiev sigue esperando que llegue más ayuda proveniente de Estados Unidos.
La fuente de Bloomberg detalló que las evaluaciones de los servicios de inteligencia ucranianos dejan ver que si las fuerzas rusas logran controlar Odesa, podrían cerrar las rutas de exportación de grano de Ucrania a través del Mar Negro y también abrir el acceso a Moldavia.
En función de los logros alcanzados en ese primer objetivo sobre Odesa, agregó la fuente, Rusia decidirá si continúa con un avance lento y moliente, o si acumula recursos para un golpe mayor que rompa las líneas ucranianas este verano.
Por su parte, la estrategia de Kiev consiste en tratar de mantener la línea del frente hasta el segundo semestre del año, cuando es posible que reciba cazas F-16 por parte de la OTAN, se incremente la producción occidental de municiones y posiblemente reciba ayuda de Estados Unidos.