El Partido Revolucionario Institucional (PRI), una vez la fuerza política dominante en México, se enfrenta a una crisis que amenaza su existencia. Aunque se espera que conserve su registro este año, se pronostica una votación baja, con el riesgo de perder espacios en ayuntamientos y diputaciones locales.
La pérdida de militantes ha sido notable, especialmente frente al crecimiento de Morena, que se ha convertido en el partido con más afiliados en el país. En agosto de 2023, el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que Morena no solo gobernaba la mayoría de los estados, sino que también sumaba un millón 856 mil 69 militantes, convirtiéndose en el partido con más afiliados, con un total de 2 millones 323 mil en el país. En contraste, el PRI perdió 653 mil 272 militantes, el PRD 243 mil 161 y el PVEM 68 mil 457.
Expertos señalan que para prolongar su existencia, el PRI debe forjar alianzas electorales y asegurar algunos espacios de poder en las próximas elecciones. También sugieren una posible refundación, similar a la ocurrida en 1946 después de una fisura interna significativa.
Datos del Instituto Electoral del Estado (IEE) revelan que el PRI ha ido perdiendo gradualmente presencia en las elecciones intermedias desde 2007. La migración de priistas a las filas de Morena a través del Verde no es una estrategia exclusiva de Puebla; se observa en varios estados. Esta acción se ha centrado particularmente en las zonas urbanas, donde el PAN, en lugar del PRI, tiene mayor presencia.
En varios estados, incluyendo Puebla, el PRI ha experimentado nuevas desbandadas. En las últimas semanas, varios legisladores han renunciado a la bancada del PRI, y cinco presidentes municipales del estado expresaron su desacuerdo con el partido, alegando que ya no los representa adecuadamente. Entre los renunciantes se encuentran el edil de Zapotitlán de Méndez Emiliano Vázquez Bonilla, y Manuel Orato Vélez de San Salvador El Seco, entre otros.
En cuanto al Congreso del Estado, los diputados que buscan un cargo de elección popular deben separarse del cargo con la fecha límite del 1 de marzo. Hasta el momento, 11 diputados han solicitado licencia para participar en las elecciones de 2024, incluido Néstor Camarillo, dirigente del PRI en Puebla. Esto ha dejado al Congreso prácticamente sin representación priísta.
Mientras algunos líderes del PRI mantienen su optimismo, sosteniendo que la reciente desbandada fortaleció a los miembros leales del partido, los analistas políticos sugieren medidas más pragmáticas para la supervivencia del PRI.
