La ceremonia de investidura del presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, fue retrasada este 14 de enero debido a que el Congreso, controlado por sus opositores, se enfrascó en un debate sobre la admisión de nuevos legisladores.
La ceremonia estaba programada para que empezara a las 15:00 hora local tras meses de maniobras judiciales para impedir que Arévalo se convirtiera en presidente constitucional del país centroamericano.
Y es que desde hace horas se suspendió el juramento de los diputados electos al Congreso debido a que “la comisión de credenciales se ha tardado más allá de lo normal, para empezar a calificar las credenciales de los diputados electos”, según dijo el diputado del Movimiento Semilla, Román Castellanos.
El mismo diputado aseguró que dicha comisión estropea el proceso legislativo al pedir o revisar “documentos que no son requisitos para que algún diputado tome posesión”.
En palabras de otro legislador, José Inés Castillo, “lo que están haciendo es retrasar la instalación del Congreso, de la décima legislatura, porque no quieren darle posesión al presidente Arévalo”.
Por su parte, el mandatario electo publicó en su cuenta de X un mensaje en el que asegura que él y la vicepresidenta Karin Herrera están listos para asumir el nuevo cargo que ganaron por el voto popular.
Mientras tanto, miles de personas marchan hacia el Congreso guatemalteco para exigir que dejen asumir el cargo a Bernardo Arévalo. Derribaron algunos anillos de seguridad y los medios locales y usuarios en redes sociales reportan algunos enfrentamientos con la Policía.
“Creo que se están cumpliendo las especulaciones de que podía desestabilizarse el cambio de mando”, advirtió a periodistas la diputada Sonia Gutiérrez, de la bancada Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG-partido Winaq), de izquierda.