El expresidente ecuatoriano Rafael Correa se pronunció luego de la declaración del conflicto interno armado hecha por el mandatario Daniel Noboa, en respuesta a la escalada de violencia protagonizada por las mafias del narcotráfico.
Correa aseveró que la actual crisis no es responsabilidad de Noboa, “que lleva seis semanas en el cargo”, sino de sus antecesores Lenín Moreno y Guillermo Lasso, a los que señaló de haber permitido la infiltración de las mafias del crimen organizado dentro del Estado.
“Esto no es fortuito, lo permitieron durante tantos años, porque su foco estaba en tratar de destruirnos como alternativa política y permitieron de todo”, expresó el exmandatario, quien también lanzó sus dardos contra “la prensa corrupta” que, a su juicio, empujó para acelerar el desmantelamiento del Estado.
El político, que ocupó en dos ocasiones la presidencia de Ecuador, reconoció que en la nación siempre hubo crimen organizado, no obstante, la “diferencia crucial” es que ahora existe una “infiltración de las Fuerzas Armadas y de la Policía”.
En esa línea, agregó: “No solo infiltraron, sino que dominan el sistema carcelario y desde ahí dirigen el crimen organizado, y por eso, cuando el presidente Noboa ha querido poner orden, ha tenido esa respuesta”.
Correa expresó en redes sociales su firme respaldo a Noboa, con un firme llamado a la unidad nacional: “Todo el apoyo, presidente. El crimen organizado le ha declarado la guerra al Estado y el Estado debe salir triunfador. Es hora de la unidad nacional”.
Del mismo modo, el político le hizo varias recomendaciones al mandatario, que asumió recientemente su Gobierno: “Reemplace con personal civil o policías retirados a los miles de policías que absurdamente están en puestos burocráticos y envíelos a la calle. La Patria triunfará. ¡Hasta la victoria siempre!”, manifestó.
En conversación con RT, el líder de la Revolución Ciudadana consideró que nunca había presenciado una destrucción tan vertiginosa de un país, “sin sanciones y sin bloqueo”, tras recordar que apenas en 2017, Ecuador era la segunda nación más segura de la región.
“Hoy somos el quinto más violento del mundo y tenemos a líderes del crimen organizado que han declarado una guerra al Estado. Eso era inimaginable en 2017, año en que dejó el poder”, dijo Correa.
Aunque Correa abogó por darle un espaldarazo a Noboa en medio de la coyuntura, consideró que algunas de las medidas anunciadas por el actual Gobierno, como la construcción de megacárceles para emular las controvertidas políticas de Nayib Bukele, son “solo marketing”.
“Es vender humo”, puntualizó el exmandatario, quien consideró más efectivo colocar inhibidores de señal en los recintos penitenciarios, el endurecimiento de los controles para el ingreso en las prisiones y, más aún, la depuración del funcionariado a cargo de esas labores.
Por tal motivo, reiteró su llamado al mandatario a hacer una transformación profunda en el seno del Estado para extraer a las mafias que, a su juicio, se han enquistado con apoyo de funcionarios corruptos dentro de la fuerza pública.
Correa desestimó que la ayuda externa sea clave para resolver la crisis de seguridad en el país y, en cambio, consideró vital que se reorganice la estructura de Gobierno con funcionarios capaces de afrontar la situación, al externar críticas a los actuales integrantes del gabinete de Noboa.
“Lo primero que tiene que hacer Noboa es rodearse de gente competente. Hemos ofrecido todo nuestro apoyo para, con un equipo capaz y dispuesto de dar la vida por el país, combatir al crimen organizado y vencer la guerra que han declarado”, aseveró.
Para el expresidente, lo primordial en este momento es que el Estado se despliegue con toda su fuerza legítima para afrontar la coyuntura y, después de superada, se inicien las evaluaciones para las acciones de corto y largo plazo.
En ese sentido, recordó que su Gobierno logró mantener a raya al crimen organizado “sin bases extranjeras y sin ayuda de otros países”.