El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió en su residencia cerca de Moscú con familias de militares caídos durante la operación militar especial poco antes de asistir a la misa de la Navidad ortodoxa.
“La Navidad es una de las fiestas más cálidas y puede que más familiar que el Año Nuevo”, dijo el líder ruso durante la reunión. Asimismo, subrayó que la Navidad “se caracteriza por la unidad fraternal de los pueblos de Rusia”.
En este día festivo, “muchos hombres, muchachos valientes y heroicos siguen defendiendo los intereses de nuestro país con las armas”, enfatizó Putin.
Al mismo tiempo, el mandatario dijo a los familiares de los militares caídos que quiere que esta reunión “sea una señal clara y comprensible para que siempre y en todas partes haya a su lado” funcionarios de distintos niveles, para que así “siempre sientan a su lado a unas personas capaces de apoyar, prestar ayuda cuando sea necesaria”. La vida, sostuvo el político, “es compleja y variable” y “a menudo ocurren ocasiones en las que se requiere el apoyo externo”. Putin les aseguró: “Siempre estaremos a su lado”.
Putin invitó a los parientes de los militares caídos a una cena de Navidad servida en el salón principal de la residencia, después de la cual algunos asistieron con el mandatario a la misa.
La iglesia de piedra fue construida en 1765 y reconstruida en los años siguientes. En 1932 fue cerrada y la construcción quedo desprovista de la cúpula superior y del campanario. En 2004, la iglesia fue restaurada y ahora forma parte de la residencia presidencial de Novo-Ogariovo.
