El bloqueo de la Franza de Gaza y los bombardeos de Israel contra las zonas densamente pobladas es un crimen de guerra, declaró la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), Ravina Shamdasani.
“El castigo colectivo de la población de la Franja de Gaza, la privación de artículos clave y el agua, así como los bombardeos contra las zonas densamente pobladas son crímenes de guerra según el derecho humanitario internacional”, dijo la vocera a los periodistas.
El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó miles de proyectiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío declaró que el país “está en guerra”.
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300 mil reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Según las Naciones Unidas, la orden de evacuación emitida por Israel afectará a más de un millón de personas, la mitad de la población de Gaza, y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Numerosos países han llamado a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego; también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de mil 400 muertos y casi 5 mil 500 heridos en Israel, y más de 7 mil muertos y más de 18 mil heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como más de 200 rehenes retenidos en el enclave, según el Ejército israelí.