Varios medios de comunicación reportaron la semana pasada que Pekín desplegó seis buques de guerra en Oriente Medio en medio de las crecientes tensiones en la región por las hostilidades entre Israel y Hamás.
El portavoz de la Embajada de China en Estados Unidos, Liu Pengyu, negó los rumores de que buques de guerra chinos hayan llegado a Oriente Medio debido al conflicto palestino-israelí.
“El grupo naval del Ejército Popular de Liberación de China zarpó para llevar a cabo misiones de escolta y está realizando una visita amistosa a los países pertinentes. Las partes interesadas deben respetar los hechos y poner fin al alboroto irrazonable”, dijo el funcionario.
Cabe señalar que los barcos chinos empezaron a patrullar hace seis meses aguas del golfo de Adén, cerca de Somalia. A mediados de octubre, el 44.º Grupo Naval se movió a Omán, donde los dos Estados realizaron ejercicios conjuntos. Luego, el grupo naval del gigante asiático llegó el 19 de octubre a Kuwait para una visita de cinco días, según un comunicado del Ministerio de Defensa chino.
La cartera de Defensa informó que la escuadra china, que hizo una visita “de buena voluntad” a Kuwait, está compuesta por el destructor de misiles guiados Zibo, la fragata Jingzhou y el barco de suministro integrado Qiandaohu.
El último movimiento de las naves chinas en Medio Oriente se produjo al mismo tiempo en el que el enviado especial de Pekín para Oriente Medio, Zhai Jun, emitió una declaración calificando de “muy grave” la situación en la Franja de Gaza. Zhai señaló que la comunidad internacional debe evitar que la situación se descontrole, ya que las hostilidades podrían extenderse a los países vecinos, “haciendo que el panorama sea preocupante”.
Al mismo tiempo, Estados Unidos envió recientemente dos portaaviones a las costas de Israel en el mar Mediterráneo.