La ignorancia es el peor enemigo de la humanidad. Todos los mexicanos o al menos los más atentos a la política nacional han visto o escuchado sobre la polémica que ha acorralado a los nuevos libros de texto gratuitos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado para el desarrollo de la “Nueva Escuela Mexicana”, proyecto con el cual la Cuarta Transformación (4T) intenta reparar el rezago educativo del país; libros y programa educativo que han dado mucho de qué hablar pero que no serán más que un lastre para el ya mermado avance científico de la educación básica.
La polémica sobre el comunismo
En primer lugar, trataremos aquí la actitud que adoptaron muchos medios de comunicación mexicanos sobre el contenido de los nuevos libros de texto gratuito y del nuevo programa de educación que la SEP lanzó recientemente.
Para ello, refiero lo que Javier Alatorre, conductor del noticiero Hechos en TV Azteca, dijo sobre el tema, asegurando que “México está en peligro por un virus que se creía erradicado; el virus comunista. Su resurgimiento está en la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública (SEP) busca imponer a las niñas y a los niños de México; estamos ante una conspiración fraguada por comunistas trasnochados”. Para empezar, en los libros de texto se trata|n temas sociales que no hacen referencia al comunismo y el hecho de que los medios de comunicación ataquen de manera directa a este sistema social y económico deja mucho que desear, pues estamos hablando de una socioeconomía que ni siquiera opera en nuestra sociedad, pero de la cual se ha generado una polémica abordada con pleno desconocimiento.
El comunismo es conocido como una formación socioeconómica cuya característica principal podríamos decir que es el manejo de los medios de producción por medio de la propiedad común, o sea, la ausencia de propiedad privada de los medios -aguas aquí, no se trata de la propiedad individual de las cosas, sino de eliminar la propiedad privada de las herramientas que el hombre usa para producir- y también, la desaparición de clases sociales y del aparato de Estado. Pues bien, entendido esto, sabemos que México aún contiene en sus entrañas a dos clases antagónicas y a un Estado que defiende los intereses de la clase dominante, por lo que acusar de comunista a la nueva estrategia educativa de Morena está muy lejos de ser una realidad. Nuestra economía no se encuentra bajo un régimen social comunista.
Por otra parte, la política que ha seguido la “Cuarta Transformación” está también muy lejos de ser una política encaminada a eliminar la propiedad privada de los medios de producción, todo lo contrario, hay muchos ejemplos que demuestran que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha beneficiado mayormente a la clase adinerada del país, tan es así, que en sus mañaneras ha asegurado que ningún rico de México ha perdido dinero durante su gobierno, sino que se han beneficiado de sus políticas y programas sociales, al igual que empresarios de la clase media.
«Se ayuda también a los de arriba, yo les puedo decir que no hay un rico de México que en el tiempo que llevamos gobernando haya perdido dinero, y a las pruebas me remito; al contrario, les ha ido bien», ha asegurado AMLO, el politiquillo que hoy es tachado por los medios de comunicación de la derecha de ser un supuesto comunista, al que yo me refiero más bien como un fasista embustero, que de comunista no tiene ni la sombra.
Aquí diría yo que trasnochada es la postura que han tomado los medios de comunicación en contra del comunismo, pues no reflejan más que el odio de la clase dominante ante su más viejo adversario y por otra parte, dejan en claro el poco conocimiento y la falta de ojo crítico de los reporteros enajenados por la ideología decadente del capitalismo actual. Ni AMLO, ni la SEP, ni su libros o políticas son comunistas, esto debe quedarle claro al lector.
Errores en los nuevos libros de texto gratuito
En segundo lugar, quiero tratar lo siguiente, estoy de acuerdo con muchos de los especialistas de diversas instituciones que han señalado que los libros de texto gratuitos contribuyen a que aumente el retraso educativo de las y los niños de nuestro país, dado que contienen errores tipográficos, conceptuales y fechas históricas inexactas. Muchos se cuestionan si estos son realmente adecuados para garantizar una educación de calidad y acorde a la exigencia del rezago actual que presentan los estudiantes. Para que al lector le quede más claro, algunos de los errores son los siguientes:
*Se cambia fecha del natalicio de Benito Juárez
*Se ubica mal a los estados de la República mexicana
*La infografía del sistema solar está plagiada y con errores de ortografía
*No se habla de Hernán Cortés
*Se cambian términos históricos
*Se promueven remedios caseros para atender la salud
*Ya no existe materias sino libros que engloban temas
*Los libros son demasiado extensos para abordar en los ciclos escolares
*Incluye contenidos políticos en libros para maestros
*En todos los grados de primaria y secundaria únicamente se cuenta con dos libros que incluyen los conocimientos referentes a todas las materias, pero las matemáticas están insuficientemente abordadas y presenta gráficas erróneas.
Ante esto, AMLO se ha aferrado a la recurrida y vieja idea de que aquellos que atacan sus libros de textos son “los grupos conservadores” y que pese a las medidas que han tomado algunos estados de no repartir o quemar los textos, sus libros llegarán a los niños mexicanos en los próximos días. Asimismo, evadiendo por completo la ley y la opinión pública ha ordenado a la SEP distribuir a las instituciones los tan criticados materiales educativos.
Otro craso error de la SEP y de AMLO
En tercer lugar, quiero abordar lo siguiente; el nuevo proyecto educativo de AMLO pasó por alto una cuestión de suma importancia para el próximo regreso a clases; aunado a los errores de los nuevos libros de texto, tanto a la SEP como al ejecutivo federal, se les olvidó que debían diseñar siquiera un programa o una estrategía para que los docentes pudieran estudiar el nuevo contenido a enseñar, dado que nadie puede dar cátedra de algo que desconoce.
Pues bien, de manera absurda, a las autoridades les importó un comino preparar a los maestros para impartir “los nuevos temas” y aunque los libros se encuentran ya en línea y disponibles, no es suficiente, dado que no hubo tiempo para un análisis a fondo del contenido.
Es así que el docente llegará el 28 de agosto a improvisar, ya que la SEP no precisó cómo se instrumentará el nuevo modelo educativo, esto provocará un año más de atraso en los niños y jóvenes o tal vez más; los maestros se verán obligados a lidiar con temas que nunca antes habían impartido y no hay que olvidar que los libros de texto son una herramienta para la enseñanza, por lo que no habrá otra arma con la cual ayudar al estudiantado a superar el rezago que ya venimos arrastrando tras la mala estrategia educativa que se implementó durante la pandemia del Covid-19.
Punto menos para la 4T, no consideraron en lo más mínimo que los cambios metodológicos no se dan de la noche a la mañana, debe considerarse su implementación de manera paulatina, de lo contrario el impacto que puede tener en las generaciones puede ser severamente negativo.
La brecha de desigualdad
Por último, anteriormente mencioné que muchas de las políticas que ha implementado Morena y AMLO en el actual sexenio han beneficiado más a la gente rica que a la pobre, esto pasa igualmente con la nueva estrategia educativa que se pretende implementar en próximos días. Debemos tener presente que aquellas familias cuyo recurso económico es medianamente mejor que el resto, podrán implementar medidas que la clase empobrecida no podrá, por ejemplo, los pequeñines que provengan de hogares medianamente acomodados podrán acceder a libros o cursos privados para abatir la mala estrategia educativa que la SEP ya comenzó a propagar por toda la República con sus nuevos textos gratuitos, sin embargo, esto no será igual para aquellas colonias y comunidades en donde lo que predomina es la falta de trabajo formal y el hambre, pues no podrán recurrir a otro método educativo que no sea el que se imparta en las escuelas públicas, lo que aumentará la brecha de desigualdad social en la población mexicana.
En conclusión, nos queda unirnos en exigencia e insistir a las autoridades responsables que doten a nuestro país de una verdadera política educativa popular que vele por el interés colectivo de elevar la conciencia de nuestros pequeños y jóvenes, de lo contrario, si las condiciones actuales de nuestro país son brutalmente violentas, la ignorancia que sembrará el nuevo proyecto educativo de la 4T sólo elevará la enajenación del pueblo mexicano y de esto no podemos esperar nada positivo, dado que la falta de una verdadera educación científica en las aulas orillará a nuestras generaciones venideras a optar por otras formas de sobrevivencia caóticas como la delincuencia organizada y no organizada. Martí dijo alguna vez que; “El que no dispone la educación de modo que la escuela sea como el pórtico de la vida, de donde salga franco y fuerte, con el conocimiento de ella y el modo de subsistir con dicha y decoro, hará suicidas, pero no hombres.” Nuestro país necesita una educación crítica, científica y popular que nos ayude a erradicar el atraso colectivo.
