Continúan las secuelas ante la indignante agresión del pasado 9 de septiembre en la Estrella de Puebla, la tarde de ayer una institución más se sumó a la “justicia” con la expulsión de los estudiantes del Tec de Monterrey que golpearon a Neto Calderón, pero de no haberse dado a conocer en redes sociales ¿habría habido justicia para la victima?
Este caso llama la atención porque es un tema que sucede constantemente pero del que poco se habla: Puebla es clasista, hay una línea muy marcada de desigualdad social, aquellos juniors seguramente se sintieron protegidos al ver que antaño ha habido una serie de sucesos similares en los que sus congéneres han salido bien librados.
Para su desgracia y suerte de Neto Calderón, las redes sociales han hecho un magnifico trabajo para que esto no quede impune.
Sin duda alguna el escandalo mediático ha movilizado a las autoridades, sin embargo, es un ejemplo tácito del estado de violencia que se vive no sólo en Puebla; es también un reflejo de la educación que debe llevarnos a un grado importante de reflexión como sociedad y para que las autoridades realicen una labor más eficiente de prevención y acción.