La defensa antiaérea ucraniana no es capaz de interceptar los misiles de crucero antibuque Oniks porque los proyectiles vuelan a gran velocidad y a baja altitud, reconoció recientemente el portavoz de las Fuerzas Aéreas ucranianas, Yuri Ignat.
Los misiles Oniks están destinados a destruir buques y tienen una velocidad de entre Mach 2 y 2,6 (en función de la altitud de vuelo). Es decir, son capaces de alcanzar una velocidad de más de 3 mil km por hora.
Su éxito se debe a que el proyectil empieza a volar a gran altura y, a medida que se acerca al objetivo, desciende hasta 10 o 15 metros sobre el nivel del agua para impactar contra el buque.