Por Ismael Hernández
El pasado 29 de junio un hombre de 35 años, después de matar y despedazar a su esposa, decidió comerse el cerebro de la víctima, de quien los restos fueron hallados en un terreno cerca de una barranca en la junta auxiliar de La Resurrección de la ciudad de Puebla.
Álvaro “N” confesó a los policías municipales haber escuchado voces, admitió ante sus hijas y las autoridades haber destrozado a su esposa y tirar parte de su cuerpo en una barranca.
El presunto feminicida, ahora conocido como “el caníbal de La Resurrección”, se encuentra detenido y está a disposición de un juez de control.
Pese a que los hechos ocurrieron hace unos días, fue hasta el día de ayer por la noche que se dio a conocer públicamente, incluso las hijas de la víctima fueron notificadas por el responsable de dicho crimen, quien mencionó encontrarse bajo los efectos del uso de estupefacientes.
Inmediatamente de que las autoridades ministeriales de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FEG) tuvieron conocimiento de los hechos, llevaron a cabo las investigaciones correspondientes.
Autoridades del Estado asignados a la Unidad Especial en feminicidios investigan el caso y tras la captura del sospechoso, fue entregado ante un juez para resolver su situación jurídica.
En redes sociales, una de las hijas de la víctima exigió justicia para su mamá.
