La ciudad de Miami en Florida, está viviendo bajo la influencia del español, que habla buena parte de su población y ha nacido un dialecto del inglés que articula expresiones determinadas por el castellano en generaciones bilingües.
Lo anterior fue reportado por la Agencia de Noticias EFE de España, de acuerdo con un estudio de Florida International University (FIU), publicado en English World-Wide, revista especializada en variantes del idioma,
Un comunicado de la FIU, dio a conocer algunos de los resultados de la investigación donde apunta que ciertas expresiones exclusivas de Miami, son evidencia del surgimiento de un dialecto del inglés, podría definirse como una especie de inglés miamense, en el sur de Florida como resultado de un fenómeno que ocurre cuando dos idiomas entran en estrecho contacto.
En este caso, señaló el estudio, los dichos en español están siendo prestados y traducidos directamente al inglés y después utilizados por generaciones bilingües.
Cada palabra tiene una historia y eso se aplica a todas las habladas en Miami, mencionó Carter, quien durante una década ha investigado el inglés de la ciudad, entendido como variedad con una sutil influencia estructural del español, hablado principalmente por nativos de inglés de segunda, tercera o cuarta generación.
El estudio reveló que esto es lo que está pasando en Miami, es decir, que expresiones castellanas se están introduciendo en el inglés local.
Por ejemplo, la frase bajar del carro se convierte en ‘get down from the car’ y no ‘get out of the car’, esta última la habitual en el inglés estándar, por influencia de la frase en español que se habla en el sur de Florida; otra más es ‘super hungry’ en vez de ‘super hambriento’.
La frase ‘una empanada de carne’ se convierte en ‘meat empanada’ en vez de la más común ‘beef empanada’ ya que en español, dependiendo del contexto, carne puede referirse a todas, incluyendo pollo y cerdo o específicamente solo a la carne de res.
El estudio incluyó que una serie de expresiones de uso común en Miami en varios grupos de hablantes bilingües, enfocándose principalmente en el de cubanoamericanos de primera generación nacidos en Cuba y que emigraron a Miami después de los 12 años y otro de cubanoamericanos de segunda generación, nacidos y criados en Miami, que hablan más inglés que español.
Aunque algunas expresiones con influencia del español ya no eran utilizadas por personas de segunda generación en Miami, no las abandonaron todas, concluyó el estudio.
De hecho, ‘meat empanada’ o empanada de carne y ‘give me a chance’ que es dame una oportunidad, fueron utilizados con la misma frecuencia por la segunda generación y primera generación inmigrante.
Esto muestra que los miamenses evalúan ciertas frases de manera diferente y no las ven como gramaticalmente incorrectas afirmó Carter, para asegurar que así es como nacen los dialectos.
Carter también quiso conocer cómo percibía este tipo de frases influenciadas por el español la gente de Miami en comparación con hablantes de inglés de otras partes de EE. UU.
Para ello se escogieron más de 50 oraciones que los lugareños de Miami encontraron más favorables que los hablantes de fuera del sur de la Florida.
Por ejemplo ‘get down from the car’ y ‘super hungry’ sonaban inadecuados para el resto de Estados Unidos, mientras que para la gente de Miami eran perfectos o correctos.