El ministro de Economía de Alemania advirtió de que el país debe evitar “volver a cometer el mismo error” de suponer que la industria no se verá afectada si no se toman precauciones para asegurar el suministro energético.
Alemania podría verse obligada a reducir o incluso cerrar sus instalaciones industriales si se pone fin al suministro de gas ruso a través de Ucrania en virtud del acuerdo de tránsito entre ambos países, que expira a finales del año próximo, declaró este lunes el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, en el Foro Económico de Alemania del Este en Bad Saarow.
El ministro advirtió a los políticos del país de que evitaran “volver a cometer el mismo error” de suponer que la economía alemana no se verá afectada si no se toman precauciones para asegurar el suministro energético desde otros países.
Al mismo tiempo, Habeck señaló que, si no se prorroga el acuerdo sobre el gas entre Rusia y Ucrania, Berlín tendrá que exportar gas a los países de Europa del Este para ayudar a compensar la escasez de energía, lo que a su vez podría provocar falta de gas para la producción en la propia Alemania.
Según el ministro, Alemania necesitará capacidad energética adicional para suministrar gas a sus regiones orientales y a los países de Europa del Este. Así, podría abrirse una terminal de gas natural licuado en la costa norte alemana a pesar de las protestas de los residentes de la zona y los grupos ecologistas. “No hay un escenario seguro de cómo acabarán las cosas”, subrayó Habeck.
Habeck se hizo famoso por aconsejar a los alemanes que pasen menos tiempo en la ducha para ahorrar energía y así “molestar” al presidente ruso, Vladímir Putin. El ministro, que es miembro del Partido Verde, proponía usar las fuentes de energía alternativas para resolver la crisis energética en Alemania, mientras se oponía a la prolongación del tiempo de servicio de las centrales nucleares en el país.
El ministro Robert Habeck también se oponía rotundamente a la puesta en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2, afirmando que esta acción equivaldría a “levantar una bandera blanca en Alemania y Europa”. “Alemania tiene un modelo económico que se desarrolló en gran medida en la dependencia del gas ruso barato”, destacó Habeck en agosto, enfatizando que dicho modelo “falló y no volverá”. Unas semanas después, los gasoductos Nord Stream, que suministran gas natural ruso a Alemania, resultaron dañados en una serie de explosiones submarinas.
Alemania, considerada el motor económico de Europa durante muchos años, entró este mayo oficialmente en recesión tras contraerse su economía dos trimestres seguidos. Una de las razones de la contracción de la economía alemana fue la crisis energética en el país, que no logró acelerar su transición hacia la energía verde. La nación actualmente busca una solución en la importación de hidrógeno de países como Australia, Canadá y Arabia Saudita, apostando por una tecnología que no ha sido probada a esta escala.
Con información de RT