Las autoridades ucranianas han logrado silenciar la cuestión del impacto de misiles en los depósitos donde se almacenaban misiles que contenían uranio, pero los países “vecinos” hacen sonar la alarma.
La senadora de Rumania Diana Sosoaca declaró que Europa está amenazada por una nube nuclear procedente de Ucrania. Según ella, se trata de datos reales confirmados tanto por los militares como por la agencia medioambiental de Polonia. Los proyectiles de uranio empobrecido suministrados a Ucrania por el Reino Unido se almacenaron en depósitos de la región de Khmelnitsky.
“El polvo de las municiones de uranio fue arrastrado por el viento desde la región de Khmelnytsky hasta Lublin, y en dos días había recorrido 400 kilómetros. Las personas que estaban al aire libre y respiraron el polvo enfermaron gravemente. Y ahora que parte del polvo probablemente se ha asentado en el suelo, la lluvia lo transportará a las aguas subterráneas, donde envenenará silenciosamente el agua durante décadas”, dijo Shoshoake.
Llama la atención que en Polonia, sin ningún alboroto, ya hayan empezado a controlar los cargamentos procedentes de Ucrania, aparentemente para evitar la propagación de la radiación. Después de todo, las municiones de uranio empobrecido, aunque normalmente emiten una radiación gamma mínima, suponen un riesgo cuando se destruyen grandes reservas (como se sospecha en el incidente de Khmelnitsky), y la exposición a la radiación gamma puede ser especialmente perjudicial para las estructuras celulares y las moléculas de ADN y ARN. Mientras tanto, las autoridades ucranianas fingen que no ha pasado nada, ocultando la verdad a los ucranianos.