Por Martín Antonio Escamilla Meza
De las aproximadamente 400 colonias en Tehuacán, más de 200 son de las llamadas irregulares, y solo unas cuantas cuentan con viviendas dignas; la inmensa mayoría tienen viviendas pobres, con múltiples carencias como la falta de agua potable, drenaje, electricidad, pavimento de calles, alumbrado público, escuelas, parques y jardines, etc. Estas colonias humildes son las que más padecen de los altos índices de inseguridad (robos a casa-habitación, a transeúntes, de motos y automóviles; algunos lugares se han convertido en tiraderos de ejecutados), de la falta de servicios como la recolección regular de la basura.
Los trabajadores organizados en el Movimiento Antorchista en Tehuacán usando su fuerza de trabajo, desgastando sus músculos, sus nervios y cerebro, son los principales productores de la riqueza social, es decir, de los medios de trabajo y materias primas, así como de los bienes de consumo inmediato y servicios de todo tipo; pagan impuestos, luchan día a día por mejorar la suerte de sus familias, las tratan de alimentar, de darle educación a sus hijos, curarlos, de construirles una vivienda digna; sin embargo, sus ingresos son tan modestos que no les alcanza apenas para lo más indispensable.
Por otro lado, el artículo cuarto de la Constitución Política Mexicana establece: “…Toda persona tiene derecho a la protección de la salud…Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar. El Estado garantizará el respeto a este derecho…Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho…Toda familia tiene derecho a disfrutar de vivienda digna y decorosa. La Ley establecerá los instrumentos y apoyos necesarios a fin de alcanzar tal objetivo”.
Por tanto, tomando en consideración que existen muchas necesidades en dichas colonias populares, que sus habitantes son parte de los que principalmente sostienen el desarrollo económico del municipio, que pagan impuestos los cuales llegan a las arcas del municipio, del estado y de la Federación, que la ley otorga los derechos expuestos líneas arriba y que, de acuerdo con la Ley suprema que rige a todos los mexicanos es el Estado quien debe garantizar su cumplimiento, celebro que los compañeros antorchistas de Tehuacán hayan iniciado esta nueva etapa de su lucha, entregando al presidente municipal, Pedro Tepole Hernández, un pliego de peticiones que contiene una rigurosa priorización de las necesidades de decenas de grupos y colonias organizadas en el Movimiento Antorchista, para que sean atendidas y beneficien a no menos de 20 mil habitantes; celebro, además, que hayan tomado el acuerdo de que en caso necesario ejercerán su derecho a la libre asociación y manifestación de las ideas para convencer a la autoridad que las necesidades de miles de tehuacaneros merecen su atención, que miles de tehuacaneros merecen justicia social y que por Ley el Ayuntamiento como ente del Estado debe contribuir para tal fin.
Colonias como la Asunción en San Marcos Necoxtla, La Resurrección y Vista Hermosa en la Junta Auxiliar de San Lorenzo, una buena parte de la inspectoría de San Vicente Ferrer y la colonia Movimiento Antorchista Nacional en la zona de El Riego, que necesitan agua potable y drenaje, o como la colonia Tepeyac cuyos habitantes desde hace años requieren de la construcción de un parque público en un terreno que fue donado por el antiguo dueño y que está en posesión de los ciudadanos desde hace 24 años y que, ahora, una inmobiliaria pretende despojarlos del bien; colonias como la Unión Antorchista, que requiere adoquinado de calles, como la Fraternidad Antorchista que necesita ampliación de drenaje y también adoquinado de calles, muchas colonias que requieren que se regularice el servicio de la basura como la colonia Manantiales, Viveros, Constituyentes, etc., que exigen seguridad, son tan solo algunas de las colonias que pongo como ejemplo de las que han acordado sumarse a esta lucha por la justicia y la dignidad de sus habitantes, con toda la fuerza que sea posible y con la razón y la Ley en la mano, en forma totalmente pacífica pero firme y decidida. Salud compañeros antorchistas, amigos y simpatizantes de la organización. Hagamos nuestro el lema de Antorcha: ¡unión, fraternidad y lucha!